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¿Por qué Alicia Machado es la enemiga número uno de Donald Trump?

Por: Fotos: Getty Images

La ex Miss Universo venezolana está en el centro de la campaña presidencial estadounidense. Ella acusa al candidato republicano de sexista, y él destapa ante el mundo un video sexual en el que Machado es la protagonista.

Un video sexual en el que aparece la venezolana Alicia Machado se vuelve un elemento central de la campaña presidencial de Estados Unidos. De todas las ocurrencias y aventuras que ha tenido la ex Miss Universo, seguramente ni en su sueño más delirante se imaginó que terminaría siendo parte de una disputa decisiva en las elecciones gringas. Machado reapareció ante la opinión pública como un símbolo de resistencia contra Donald Trump cuando Hillary Clinton sacó como un as bajo la manga su tormentosa relación con el candidato republicano en medio del debate presidencial del pasado 26 de septiembre.

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Aunque la agenda del debate llevado a cabo en la Universidad de Hofstra, en Nueva York, se siguió al pie de la letra y se trataron temas trascendentales como el sistema económico y de salud estadounidense o sus relaciones internacionales, todo quedó en un segundo plano después de que Hillary dijo: “Una de las peores cosas que él ha dicho es sobre una mujer en un certamen de belleza, porque a él le encantan esas cosas. Él la llamo ‘Miss Cerdita’ y luego ‘Miss Sirvienta’… su nombre en realidad es Alicia Machado y este verano consiguió la ciudadanía norteamericana para votar en noviembre”. El debate tomó otro rumbo, el rating se disparó (fue el más visto de las historia, con 86 millones de espectadores) y Machado se convirtió en la mujer de la que más se habló esa semana en el mundo.

El odio entre Trump y Machado nació hace más de 20 años, pero solo se hizo público en mayo de 2016. Todo empezó cuando Alicia Machado fue invitada por The New York Times junto a otro grupo de mujeres que han tenido contacto con Trump para contar su impresión sobre el magnate. Fue entonces cuando reveló que su peor trauma como Miss Universo resultó su experiencia con Trump. Ese mismo mes, Machado fue invitada al programa Al punto, de Jorge Ramos —periodista estrella de la cadena Univisión y fuerte opositor de Trump por sus ideas contra los migrantes mexicanos—, y contó su historia.

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Era 1996, ella tenía 19 años y se convirtió en Miss Universo. Donald Trump, como bien se sabe, era el magnate a la cabeza del certamen. Meses después de que la venezolana obtuvo la corona, aumentó de peso y ahí comenzaron los problemas. Según Machado, ella acudió a la organización del certamen para que le ayudaran a recuperar su figura y, en vez de asignarle un entrenador, la embarcaron en un vuelo de Los Ángeles a Nueva York donde se reuniría con Trump para hablar del asunto. Cuando llegó al encuentro, Trump la recibió con una rueda de prensa en un gimnasio en el que exponían su situación y su nuevo reto: bajar de peso. Y para sellar su compromiso, haría una muestra de ejercicio ante la prensa. Cuenta Machado a Jorge Ramos que ella no quería hacer eso, que la tomaron por sorpresa y que así se lo hizo saber a Trump en su momento. Sin embargo, ante la espera de los medios de comunicación gringos más importantes, Trump le respondió: “No me importa. Yo te pago por esto. Sonríe”.

“Trump es una persona déspota, un hombre frío y calculador… no representa al norteamericano decente… Este país no necesita un hombre que solo sepa hacer negocios, necesitamos un buen ser humano y de buen corazón”, concluyó Machado en su entrevista. Sus declaraciones tuvieron algunas réplicas en medios hispanos, pero no fue hasta que Hillary Clinton tomó partido de ella que llegó al nivel de ser el argumento más fuerte de los demócratas para tumbar a Trump en su carrera hacia la Casa Blanca.

Después del debate presidencial, la disputa Trump–Machado se tomó los medios de comunicación y las redes sociales en el mundo. El primero en poner el dedo en la llaga al respecto fue, por supuesto, el mismo Trump. En la madrugada del martes 27 de septiembre, un día después del debate, su cuenta en Twitter se llenó de trinos sobre la estrategia de Clinton contra él horas antes. Los más fuertes y sin duda más ofensivos fueron:

“Usar a Alicia M. en el debate como ejemplo de virtud no es más que una muestra de la falta de juicio de la corrupta Hillary. Hillary fue engañada por una estafadora”.

“¿La corrupta Clinton ayudó a la asquerosa Alicia M (compruébenlo con una cinta sexual de su pasado) a convertirse en ciudadana estadounidense para poder usarla en el debate?”.

La cinta a la que se refiere Trump es una vieja grabación en la que Alicia Machado fue captada cuando participaba en el reality español La Granja, en 2005, donde se ve, después de una borrachera con varios de los integrantes del programa, teniendo relaciones sexuales. En realidad, lo que se ve en el video no es más que dos personas debajo de unas cobijas que se mueven de vez en cuando, pero nada más. Sin embargo, después del trino de Trump, el diario británico sensacionalista The Sun revivió las cintas compartiéndolas en internet.

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A pesar de eso, o con mayor razón, Alicia Machado se convirtió en una abanderada de la campaña de Hillary Clinton y la candidata demócrata no la ha ignorado. Es más, actualmente es una de sus armas frecuentes en debates, conferencias y redes sociales cuando quiere resaltar el desprecio que Trump expresa a otras personas, como inmigrantes o la comunidad femenina en general. Ante los tuits de Trump de la madrugada del 27 de septiembre, Clinton trinó:

“¿Qué clase de hombre se queda despierto toda la noche para difamar a una mujer con mentiras y teorías conspirativas?”. Y reafirmó su apoyo a Machado diciendo: “Alicia merece elogios de pie por aguantar con valentía los ataques de Trump. Y él diciendo que ‘la ayudó??.

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Después de la disputa digital, Alicia Machado se volvió tema central y hasta fue inspiración para la portada de la siguiente semana de The New Yorker. Y en su defensa, paradójicamente, también han vuelto a circular las fotografías con las que ha protagonizado tres veces la portada de Playboy Latinoamérica durante los últimos 20 años, en los que no ha dejado de ser uno de los máximos símbolos sexuales latinos en Estados Unidos.

Para que lo compruebe, puede ver su cuenta de Instagram, donde, después del enorme boom mediático, posteó una foto envuelta con la bandera de Estados Unidos en la que deja ver claramente que sigue igual de espectacular a sus 39 años, dos décadas después de su nefasto encuentro con Trump. En su descripción, declara: “El candidato republicano y su campaña están una vez más atacándome, insultándome y tratando de revivir calumnias y falsas acusaciones sobre mi vida, con el fin de humillarme, intimidarme y desequilibrarme… Por eso continuaré de pie compartiendo mi historia y mi apoyo absoluto a Hillary”. Alicia Machado comprueba una vez más que es la Miss Universo de la polémica. ¿Será que esa es el arma más letal de Hillary para acabar con Trump?

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