Luego de haber renunciado a ser parte de la Iglesia como padre, Linero se ha enfocado en otras facetas de su vida.
En 2018 el reconocido padre Alberto Linero dejó los hábitos para cambiar su vida y empezar a actuar en favor de la comunidad sin estar obligado a cumplir con algunas reglas que él rechaza por ser anticuadas.
En una entrevista con el diario El Tiempo, el ex padre Linero, que ahora está totalmente dedicado a escribir más libros, mencionó las razones por las que abandonó la Iglesia como sacerdote y contó detalles de su vida en pareja en la que le va de maravilla.
Aunque la intimidad de la pareja se ha mantenido así, íntima, Linero no ha tenido problema en hablar sobre su relación en la que hay respeto, amor, y, por supuesto, una sexualidad sana. Sin embargo, desmiente que las relaciones de pareja, la intimidad pasional o el celibato hayan sido causas para dejar la Iglesia.
El ahora conferencista y escritor Alberto Linero dice que lo que lo llevó a abandonar las misas fue una crisis emocional con la que él no se sentía bien. Todo se desató a raíz de la manera en la que la Iglesia en general estaba lidiando con los casos de pederastia.
“Me golpeó mucho el tema de la pedofilia, la manera en la que se ha manejado y cómo se ha enfrentado, me generó una crisis muy profunda (...) la pedofilia me parece un crimen abominable”, explicó Linero en conversación con el diario El Tiempo.
Sobre su relación en pareja, dejó claro que a la mujer con la que ahora comparte sus días la conoció mucho después de haber abandonado la Iglesia, pero que le ha dado mucha felicidad estar junto a ella. “Soy feliz en una relación de pareja después de un año de haber tomado la decisión de decir no más a la vida religiosa”, pero agrega que aún tiene “vocación de servicio”.
Aunque no revela mucho sobre su privacidad, resalta que su pareja es sumamente especial. “Me encontré con una mujer muy interesante y empezamos a compartir la vida, a construir en pareja. Ella, con un reclamo de privacidad que me parece muy válido”, cuenta Linero.
La decisión de mantener su relación en privado fue más una petición de ella, pues no quiere ser reconocida como “la mujer de”, sino que quiere construir su propio éxito. “Así que disfrutamos de nuestra compañía, pero ella en la construcción de su proyecto de vida y yo, en el mío; es una mujer con una opción de feminismo fuerte”, explica el escritor de Amar es ganarlo todo.
Precisamente, sobre sus nuevos objetivos en la vida, dice que “vivo la vida de otra manera, pero mi opción fundamental sigue siendo la misma: inspirar y llenar de esperanza a la gente. Lo que pasa es que ya no presido los sacramentos: los celebro y participó en ellos como miembro de la comunidad”.