Si algo la hace distinta de otras especies es que copulará con cualquier otro espécimen de familias taxonómicas diferentes a la suya si logra verle el ángulo para escalar. Y no es para menos; sola no lo logra.
La hembra de los lobos se define como una criatura que para agradecer, sobre todo el obsequio de bling, se pone en cuatro y aúlla. Si algo la hace distinta de otras especies es que copulará con cualquier otro espécimen de familias taxonómicas diferentes a la suya si logra verle el ángulo para escalar. Y no es para menos; sola no lo logra. En ejemplares que han sido capturados vivos, se han observado terribles y dolorosas hinchazones en las patas, resultado de complejos ascensos en la pirámide social. La Lupina Marbeliex es una especie de colores vivaces a pesar de que, como loba, posee inmundo pezón ahumado engastado sobre glándula mamaria cónica, lo cual no ha impedido que viajeros vengan de todas partes del mundo a disfrutarlas en su hábitat. Se deprime en cautiverio aunque, a diferencia de los grandes pandas, ‘hace el amor’ con gran asiduidad. Siempre carga fósforos en la cartera, por si le toca ‘hacer del cuerpo’ por fuera de la madriguera… Gusta decir ‘acdomen’ en lugar de ‘abdomen’ y ‘dics’ en lugar de ‘disc’. Tan cuidadosa es con su lenguaje que podrá estar felando a un equino pero no soportará que alguien diga ‘pipí’; para el líquido uretral ella siempre preferirá el eufemismo ‘chichí’. Una conversación con las amigas la comenzará con “¿Quibo q’hace?”, nunca con “¿Cómo estás?”… Lupina Marbeliex o Culiprontensis, al decir de Antonio Montaña, tiene abundante ‘cabello’ en todo su cuerpo, incluyendo el hocico, pero por algún motivo desconocido desarrolla poco en la ‘cosita’. Nunca se domestica del todo y pierde su tiempo quien intenta enseñarle inglés. Los museos de historia natural ofrecen modelos a escala llamados Bratz.