Es la camiseta deportiva más cara de la historia. Conozca el motivo.
En la historia del deporte difícilmente volverá a haber un deportista como lo fue Michael Jordan. Desde el primer momento en el que el hombre pisó una cancha como jugador profesional de la NBA se veía que había algo diferente en él, ese toque, ese don, esa chispa que solo los mejores parecen tener.
En la temporada de 1984-85 el estadounidense fue el mejor de los Chicago Bulls, sus promedios fueron notables: 28,2 puntos; 6,5 rebotes y 5,9 asistencias por partido. Estos números lo llevaron a ser parte del All-Star Game, partido que solo juegan los mejores jugadores de cada año. Por si fuera poco, se llevó el Rookie del Año, premio que se le da al basquetbolista más destacado en su primera temporada en la liga.
Así como la historia de la humanidad se divide en dos: antes y después de Cristo, así se puede dividir la historia de los Chicago Bulls: antes y después de Jordan. El equipo se fundó en 1966, pero no fue hasta la temporada de 1990-91 que ganaron el primer título de la NBA, de la mano de -nada más y nada menos- Michael Jordan.
El equipo del estado de Illinois no solo ganó su primer título, sino que logró su primer Three-peat, distinción que consiguen quienes ganan tres campeonatos de forma consecutiva. Luego, el estadounidense anunció que se retiraría de las canchas y los Bulls no volvieron a ser lo mismo.
Dos temporadas después Air Jordan regresó al equipo y nuevamente logró un Three-peat. A lo largo de su carrera ganó seis finales de la NBA y en cada una de ellas fue elegido como el MVP, premio que se le da al mejor basquetbolista de las finales. Hasta el momento es el jugador que más distinciones de estas tiene, por lo que es considerado como el indiscutible GOAT (el más grande de todos los tiempos).
La temporada de 1997-98, en la que Jordan logró su segundo Three-peat, es una de las más recordadas de la historia de la NBA, conocida como The Last Dance, pues suponía el final del mítico jugador en la franquicia de Illinois. Los Chicago Bulls le ganaron la serie a los Utah Jazz por 4-2. Jordan se despidió por todo lo alto y nunca más volvió a vestir la camiseta de ese equipo.
24 años después de aquella final se llevó a cabo una subasta por el jersey que Jordan usó en el primer partido de las finales. La cifra fue histórica, pues se convirtió en la camiseta deportiva más cara, tras superar el precio pagado por la que Maradona utilizó en “La mano de Dios”, por la cual se pagaron 9,28 millones de dólares.
Por la camiseta roja de los Chicago Bulls con el apellido del histórico basquetbolista y con el número 23 en la espalda se dieron 10.09 millones de dólares, lo que equivale a más de 44 mil millones de pesos colombianos. Un hecho que demuestra el significado de Michael Jordan en la historia del deporte.