El jugador mostró una vez más que tiene un corazón noble.
Falcao García es uno de los jugadores colombianos que más respeto y admiración tiene entre sus seguidores no solo por su profesionalismo sino por su calidad humana y por el ejemplo de familia que tiene. Sin duda es un deportista que no se ha dejado eclipsar por la fama.
Justo hace un par de horas se publicó un video que ha sido aplaudido por sus seguidores en el mundo, pues sigue mostrando su calidad humana.
Falcao, conmovido por la historia de Lisa, una joven venezolana de 18 años que vende plátanos para sustentarse y pagar su educación, decidió hacer algo extraordinario después de ver el video compartido por el influencer Manuel Conecta.
Tras haber presenciado la acción previa de Manuel al comprarle a Lisa uno de sus productos por 100 dólares, Falcao se propuso dar un regalo aún más significativo. Reunió mil dólares, aproximadamente cuatro millones de pesos colombianos, para enviarle a Lisa a través del influencer, agradeciéndole por servir de enlace entre España y Venezuela para hacer posible este gesto generoso.
En un mensaje grabado, Falcao expresó su admiración por los esfuerzos de Lisa para completar sus estudios: “Hola, Lisa, soy Radamel Falcao. Quiero decirte que vi tu video y admiro la manera en la que te esfuerzas por terminar tus estudios. Mira que me uní con Manuel y vamos a darte una sorpresa que espero que te guste. Un abrazo grande y que Dios te bendiga”.
Cuando Lisa recibe el dinero de manos del influencer, rompe en llanto. Y después de recibir la suma, Lisa, visiblemente nerviosa, compartió más detalles sobre su vida como vendedora ambulante en Venezuela. “Es la primera vez que me pasa”, dijo con sinceridad, expresando además su difícil situación actual: “Ahorita no ando muy bien porque me falta comida”.
A pesar de sus propias dificultades, Lisa manifestó su deseo de ayudar a los más necesitados si tuviera la oportunidad: “Si pudiera pedir un deseo, me gustaría ayudar a la gente que más lo necesita”.
Con lágrimas y un corazón enternecido, Lisa mencionó que sus padres no la apoyan, y debido a eso, se ve obligada a trabajar en las calles. “Mi mamá está en Colombia y mi papá está aquí en Venezuela, pero parece que yo no existiera más bien”, expresó entre sollozos.
“Gracias”, dijo Lisa al final antes de romper en llanto una vez más, mostrando la profundidad de su gratitud y emoción por el inesperado gesto de solidaridad y apoyo que recibió.