Un compatriota tuvo la suerte de estar en el lugar presido del ataque y dio todo su apoyo.
Los colombianos sufrieron este viernes junto con Santiago Buitrago. El bogotano buscaba la victoria de la etapa 19 del Giro de Italia desde la fuga, pero en los últimos kilómetros debió luchar para lograrlo.
El ciclista canadiense Derek Gee lo atacó faltando 4 kilómetros para la meta y logró sacar una ligera ventaja.
Gee llevaba tres segundos puestos en esta edición del Giro y estaba desesperado por conseguir una anhelada victoria.
A partir del ataque se dio una persecución del colombiano hasta cuando restaban 1.200 metros a la llegada, allí alcanzó la espalda de su rival y logró separarse rumbo a la victoria.
La transmisión de televisión estaba en ese momento con la lucha entre los líderes, por lo que solo se pudo ver la repetición del ataque de Santiago.
Sin embargo, un colombiano que estaba en la carretera tuvo el lujo de ver el ataque a apenas un metro de distancia.
El compatriota tuvo la suerte de ver y animar con un grito desgarrado a Buitrago. “Vamos Buitrago”, fue lo que alcanzó a decir antes de que el colombiano desapareciera en la escalada.
El video publicado por Mundo Ciclístico se ha hecho viral, reflejando la emoción que trae ver en primera persona una gran vuelta.
Y más si las horas de espera para lograr estar en la mejor subida se ve reflejada con una imagen imborrable como ver el momento clave para la victoria de un colombiano.
“He tenido un Giro difícil en el plano personal y hoy levantar los brazos aquí para mi es el pago al trabajo que hice antes de venir aquí”, dijo Santiago.
Sobre el papel, la jornada prometía batallas apasionantes, con cinco ascensiones infernales y exigentes, y finalmente fue Buitrago, superviviente de la escapada matinal, el triunfador.
En la general, a dos días del final de la carrera, Thomas sigue primero por delante del esloveno Primoz Roglic, con 26 segundos de ventaja.
Roglic pudo ‘arañar’ tres segundos respecto a Thomas en los últimos metros de la ascensión hacia Tre Cime Di Lavaredo, el techo de esta 106ª edición con sus 2.304 metros y donde el mítico Eddy Merckx contrarrestó ocho minutos de ventaja de los escapados entre la niebla en 1968.
“Estoy contento con el resultado, las piernas me respondieron de nuevo. Mañana es el día para atacar”, subrayó Roglic.
Aludía así a la contrarreloj del sábado en Monte Lussari, que se convierte en el lugar donde se decide el campeón de este Giro.
El ‘tercero en discordia’ en la lucha por el título, el portugués Joao Almeida, cedió un poco de terreno este viernes y figura ahora a 59 segundos de Thomas, cuando había empezado el día a 39 segundos.