Ahora está radicado en Estados Unidos y sigue con su proceso de recuperación, luego de haberse tirado de un cuarto piso y haber probado todo tipo de drogas
Los jugadores de fútbol pocas veces deciden hablar sobre los problemas por los que pasan y que, quizás, son muy similares a los que una persona que no hace parte de este mundo sufre. Sin embargo, los futbolistas, con el ánimo de no dejar en evidencia sus debilidades y que los hinchas no duden de ellos cuando saltan al campo de juego, deciden mantenerse en silencio. Sin embargo, esto puede llegar a ser más perjudicial que cualquiero cosa y un ex Millonarios es testigo de esto.
Se trata de Jair Palacios, quien en conversación con el Gol Caracol reveló lo problemas que tuvo que afrontar a lo largo de su vida por cuenta del exceso de drogas: “Desde antes del fútbol, incluso desde muy chiquito, a los 14 o 15 años más o menos. Ahí fueron mis inicios con las drogas, ya que vengo de un barrio muy humilde de Cali (...) por esos años probé la cocaina”.
Aunque en aquella ocasión recibió el apoyo por parte del Deportivo Cali, el cual lo llevó un par de veces a un centro de rehabilitación, “después me fui a Panamá, pero allá fue peor. Me rajé la rodilla, ya que caí en un filo, y por cuestiones de la vida dije que no iba a jugar nunca más, me aburrí, me devolví para Colombia, y ahí fue cuando caí en Bogotá”, agregó Palacios.
Sin embargo, a su llegada a la capital de la República, Jair contó que “antes de llegar al Bogotá Fútbol Club, pasé por Expreso Rojo, pero me sacaron; luego fui a Academia y me sacaron; fui a Santa Fe y también me sacaron; fui a Millonarios y la misma historia, me sacaron; yo iba solo, a probarme y a mirar qué pasaba, como una aventura”, reveló el exjugador del cuadro embajador.
Aunque Palacios reveló que tuvo una especie de pausa a su llegada a Bogotá, siempre tuvo contacto con las drogas: “Si antes salía tres o cuatro veces a la semana, ahora solo lo hacía dos, pero igual lo hacía. De pronto en el Bogotá FC no se dieron cuenta de eso porque estaba muy joven y no se me notaba tanto, como sí pasó en Millonarios en mi última etapa, donde llegaba destrozado, acabado”.
Y es que Jair probó de todo tipo de drogas como “Marihuana, éxtasis, tusi, cocaína, marihuana, licor. Junté todo lo que va en contra de un deportista de alto rendimiento: la noche, las mujeres, las drogas, el licor y el casino. Y eso lo hacía casi que a diario”.
Con el pasar de los años, las cosas fueron empeorando para Palacios, quien sin tener un rumbo fijo y con una fuerte adicción a las drogas, tuvo un accidente que por poco le quita la vida en el 2020: “Cuando salí del Bucaramanga, yo iba para el Tolima, pero salí de Bucaramanga, me fui a Cali, a los dos días tenía que presentarme en el Tolima, pero fue cuando me lancé de un cuarto piso”, razón por la que terminó hospitalizado, pero sin tener la menor idea de lo que había sucedido.
“Las personas con las que estaba en ese momento, me dijeron que yo había empezado a actuar raro y me tiré, pensando que ellas me iban a hacer daño, estaba en un trance de pánico y me lancé. No sé cómo estoy vivo, porque yo caí en pavimento. Cuando me levanto de la clínica, el hueso de la cadera estaba hacia arriba, casi que se sale de la piel. En ese momento, me vi y dije: ¿Qué hice con mi vida?”, contó Palacios.
Aunque a partir de ese momento comenzó con un proceso de recuperación, Jair, desafortunadamete, tuvo un nuevo bajón. Luego de seis meses de estar trabajando en no volver a recaer en este tipo de episodios y cuando ya podía valerse por sí mismo, en su cumpleaños se enfiestó y “ese día estuve bajo el efecto de muchas drogas, con sentimientos encontrados ya que no estaba jugando fútbol y al amanecer la gente me dice que yo me le estaba tirando a los carros. Mi esposa estaba llorando, no sé qué locura hice”, aseguró.
Ahora que ha pasado más tiempo, el ex Millonarios trata de llevar una vida mucho más tranquila y controlada. En la actualidad vive en Estados Unidos y continúa con su proceso de recuperación. No obstante, luego de tantos años inmerso en este mundo y tentando a la muerte, Jair se pregunta: “La verdad no entiendo en qué estaba pensando”.