Quienes están en Qatar ya empiezan a documentar las restricciones impuestas por la religión, que prohíbe cualquier demostración pública de afecto.
Los periodistas que llegaron a Qatar para cubrir el Mundial que comienza el 20 de noviembre, ya empiezan a vivir las restricciones que impone la dictadura religiosa de este país del Medio Oriente, donde están mal vistas las demostraciones públicas de afecto incluso de parejas heterosexuales y donde las relaciones homosexuales son penalizadas.
El periodista argentino Matías Pelliccioni documentó lo que le ocurrió cuando no le permitieron el acceso a una de las playas en Doha, capital qatarí, cuando quería hacer un reportaje sobre cómo se disfruta el mar en ese país.
“Nos rebotan de la playa. Dicen que solo (acceso) para mujeres y parejas de hombres y mujeres. Solo hombres no podemos entrar”, le dice a uno de sus compañeros en un video difundido a través de TyC Sports, el medio para el que trabaja.
La restricción se suma a la de otros periodistas, incluso colombianos, que han dado cuenta de las molestias de algunos qataríes porque los graben, aún en espacios públicos y las peticiones que han hecho a los medios para que eliminen los videos que hayan grabado.
Al final, Pelliccioni y su equipo lograron entrar a una hermosa playa de arena blanca y de agua turquesa y documentaron lo que ya les habían dicho: solo familias heterosexuales con acceso permitido al sitio. “Logramos entrar por Messi, él todo lo puede”, bromeó para explicar que movió influencias y justificó que era periodista para que le permitieran el acceso a él y su equipo.