Una de las claves para el desarrollo sano de este órgano que interviene en básicamente todas las funciones de su cuerpo depende, en gran medidad, de los alimentos que consume, así que no lo descuide
El cerebro podrá ser un órgano que representa tan solo el 2% del peso total del cuerpo humano con un promedio de 1.5 kilogramos cuando alcanza su madurez. Sin embargo, no cabe duda que es el de mayor importancia y el más complejo de todos, ya que desempeña un papel crucial en las funciones corporales y en el bienestar cerebral, razones más que suficientes para intentar mantenerlo lo más sano posible, pero ¿cómo?
Además de la actividad física, realizar actividades que estimulen la actividad cerebral y te mantengan mentalmente activo o potenciar las relaciones sociales y afectivas, una buena alimentación es clave para que el cerebro funcione de la mejor manera, pues todo lo que ingerimos generará algún impacto en nuestro organismo y el cerebro no está exento de esto.
“Los nutrientes que le brindamos a nuestro cuerpo a través de la alimentación son importantes para la salud en general y el funcionamiento adecuado de todos nuestros órganos y sistemas, por lo que con una alimentación adecuada, balanceada, de calidad y cantidad suficientes, la actividad cerebral y las respuestas cognitivas serán mejores. Asimismo, mejorará el estado de ánimo, la memoria, la concentración, y la capacidad de pensar y razonar”, aseguró la Dra. Elizabeth Avendaño García, Nutricionista Dietista de los gimnasios de Smart Fit.
Sin embargo, en estos tiempos en los que el trabajo pareciera que es el que marca el ritmo de la vida de cada persona, la buena alimentación ha pasado a un segundo plano. El corre, corre diario y las demás responsabilidades han llevado a que la comida rápida o comer de afán sean una constante de muchos y, aunque las consecuencias no son inmediatas, a largo plazo es cuando el cuerpo termina pasando factura.
Es por esto que para mantener un óptimo estado de salud, es primordial brindarle al cuerpo el requerimiento energético necesario. Ahora bien, no todos los seres humanos son iguales, por lo que cada quien requiere de una dieta distinta, “basada en las condiciones individuales de cada persona, teniendo en cuenta factores como la edad, el sexo, la composición corporal, los antecedentes de salud, la actividad física, objetivo o metas, e incluso factores religiosos o creencias”, aseguró la Dra. Avendaño.
Asimismo, si por algún motivo usted es de los que sigue ese famoso refrán que dicta que para llevar una vida balanceada a nivel alimenticio, hay que desayunar como rey, almorzar como príncipe y cenar como mendigo, lo mejor es que vaya cambiando de chip, porque esto no tiene ninguna evidencia científica, ya que todo lo que consume va a tener un efecto positivo o negativo en el su cuerpo: “El requerimiento energético debe tener un balance, calidad y cantidad de los macronutrientes, y una distribución al día acorde a la jornada habitual, que permita practicidad”, agregó la especialista de Smart Fit.
Si bien hay ciertos alimentos que tienen un mayor impacto en el corazón, el hígado o los riñones, hay otros que le traerán grandes beneficios a su cerebro. Entre algunos de los que recomienda la Dra. Avendaño están los siguientes:
Aquellos ricos en vitaminas del complejo B (Tiamina B1, Piridoxina B6, cianocobalamina B12):
Alimentos ricos en triptófano que mejoran la síntesis de Melatonina y Serotonina:
Alimentos que aumenten las endorfinas:
Ahora bien, cabe resaltar que hay ciertos nutrientes específicos que provienen de varios de estos alimentos que le ayudarán a mantener un óptimo funcionamiento del sistema nervioso cerebral, clave para que pueda “regular el estado de ánimo, mejorando el humor y el comportamiento, lo cual están asociados a disminuir la depresión, la ansiedad y los trastornos del sueño”.
Por otro lado, aunque parece sencillo consumir este tipo de alimentos, pues se pueden encontrar en tiendas y supermercados, lo cierto es que las personas tienden a no consumirlos, pues se dejan llevar por uno que otro antojito que no le hace para nada bien a su organismo y mucho menos a su cerebro.
De acuerdo a la Dra. Avendaño, “los alimentos que afectan el funcionamiento cerebral, que incluso pueden causar problemas neurológicos causando daños en ocasiones irreversibles, son principalmente los alimentos ultraprocesados por su alto contenido de azúcares y sal refinada, de sustancias como el ácido fosfórico, el glutamato monosódico, grasas trans y saturadas, y aceites hidrogenados, lo cuales encontramos principalmente en embutidos, alimentos precocinados, alimentos curados o con ahumado, enlatados y bebidas gaseosas o carbonatadas”, mejor dicho, lo más tentador.
Puede que usted las disfrute al máximo cada vez que llega el fin de semana y le sale plan para irse de fiesta, se arma un parche en alguna casa de sus amigos o se reúne a ver algún partido de fútbol, pero tenga en cuenta que las bebidas alcohólicas tampoco son las mejores aliadas para mantener o, por lo menos, acercarse a ese bienestar cerebral con el que pueda brillar aún más.
Aunque puede que no esté demostrado que el alcohol mata las neuronas, cabe señalar que si tiene la capacidad de deteriorarlas, lo cual, de acuerdo a lo asegurado por la Dra. Avendaño de Smart Fit, " afecta la transmisión nerviosa de información al cerebelo ocasionando con el tiempo atrofia cerebral, causando, poco a poco, pérdida en las habilidades cognitivas cómo el razonamiento lógico, el conocimiento y la percepción, y también genera alteraciones en la conducta como cambios en el comportamiento y trastornos emocionales principalmente tristeza, depresión, ansiedad, estrés y agresividad”.
Para tener un cerebro más sano hay que tener muy en cuenta lo que se consume. Una buena alimentación es clave para que este órgano pueda funcionar de la mejor manera y, además, evitar o disminuir el riesgo de padecer varias enfermedades que con el pasar de los años se irán asomando, así que no deje que esos antojos lo controlen, su cerebro se lo agradecerá, mucho más si la complementa con la actividad física.