Sucedió en la ciudad de Toledo, Ohio y los hechos fueron transmitidos en vivo y en directo
Parece estarse volviendo costumbre el cubrimiento de hechos violentos que opacan lo que es el deporte. En las últimas semanas varios hechos han generado un gran repudio a nivel internacional por cuenta de algunos aficionados a quienes la pasión los sobrepasa.
Pasó en Colombia en el partido entre el Cortuluá y Deportivo Cali en el Estadio Doce de Octubre cuando una banda de desadaptados saltaron al campo de juego para para agredir a los jugadores y cuerpo técnico del equipo de la capital del Valle del Cauca. Luego sucedió lo mismo en un partido de la segunda división.
Indonesia también vivió una semana bastante dura tras la invasión al campo de juego en uno de los clásicos de la nación que dejó al menos 125 aficionados muertos en el estadio de Kanjuruhan, en la isla de Java, tras los enfrentamientos con la policía, que utilizó gases lacrimógenos para disuadirlos, y a una estampida y, recientemente, el partido entre Gimnasia y Boca Juniors tuvo que ser suspendido por incidentes previos y durante el juego.
Ahora la violencia se ha tomado el campo durante un partido de fútbol americano en los Estados Unidos que se jugaba en la escuela secundaria Whitmer High School en la ciudad de Toledo en el estado de Ohio entre los locales, Whitmer contra Central Catholic High School.
Durante el partido, cuando los jugadores se preparaban a comenzar una jugada, varios disparos comezaron a escucharse. Sin embargo, ni los comentaristas ni los jugadores que estaban en el campo de juego se habían dado cuenta.
No fue hasta que los jugadores que estaban en la zona de suplentes que salieron corriendo para resguardarse, al igual que los aficionados que estaban en las gradas, que se desató el pánico por cuenta de estos disparos y que, además, varias personas pudieron presenciar, pues el partido estaba siendo trasmitido por televisión.
Aún no se conoce el saldo de heridos, pero este se suma a una larga lista que tiene el país Nortemaricano en cuanto a este tipo de acontecimientos, los cuales son bastante habituales.
“Nos entristece profundamente que una divertida rivalidad esta noche haya sido interrumpida por un acto de violencia en las calles que rodean nuestro evento. Lo que sabemos en este momento es limitado, y no vamos a especular hasta que se conozcan más detalles”, dijo Kadee Anstadt, la superintendente de las escuelas locales del distrito de Washington, en Ohio a medios locales.
Y agregó: “Un evento como este es la peor pesadilla de todo distrito escolar, y les pedimos que mantengan tanto a Central como a Whitmer en sus pensamientos mientras intentamos investigar este acto atroz”.