Un 3-0 contundente. Un Julián Álvarez inmenso. Y un Messi siendo Messi. Así, Argentina se ubica en la gran final del Mundial de Qatar. Ahora: Francia o Marruecos.
En Qatar hay fiesta gaucha. En el campo de juego y en la tribuna. En la cancha Argentina pasó por encima de Croacia y la goleó 3-0 en el partido en el que ha sido más contundente de los seis que ha jugado hasta ahora en el Mundial.
Un penal, que para muchos fue dudoso, le dio a Lionel Messi el primer gol para la Albiceleste al minuto 34, justo cuandro Croacia más presionaba y asustaba el área del Dibu Martínez. Pero por si habían quedado dudas del merecimiento argentino, el golazo de Julián Álvarez, maradoneano para muchos, que arrancó desde mitad de cancha con el balón, hasta meterlo en la red; le dio la ventaja 2-0 al equipo de Scaloni.
Messi, que asustó ante el miedo de alguna dolencia cuando se tocaba su pierna, mostró de nuevo su genialidad, ya no sorprendió porque en este Mundial ya nos tiene acostumbrados, pero al minuto 69 prendió su moto, su gambeta, su inmensida para ponerle en el área un balón que de nuevo Julián Álvarez convirtió en gol. Y así, salirse del engañoso 2-0 con el que habían jugado y sufrido frente a Australia y Países Bajos.
Ahora, queda el último reto para alcanza el objetivo, pero sobre todo el sueño de Messi: la final del 18 de diciembre entre Francia o Marruecos, segundo finalista que se define este miércoles.
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