No está prohibido, pero lo mejor es que tengas en cuenta ciertas recomendaciones
¿Te apetece tener sexo antes de ir a jugar un partido de fútbol o de ir al gimansio, pero te preocupa perder energía y no rendir en tus actividades deportivas? No te dejes afectar por esto, en realidad no es tan grave como lo han pintado y uno que otro ‘polvo’ puede terminar siendo beneficioso para ti.
La mala reputación de la combinación entre relaciones sexuales y deporte, a la hora de hablar del rendimiento físico, viene desde los Juegos Olímpicos de Grecia y también está ilustrada en el taoísmo.
En esa tradición filosófica y espiritual, de origen chino, existía la creencia de que el semen era una sustancia que permitía mantener la fuerza vital, por lo que sacarla no era una buena idea. Aunque puede que esto siga siendo parte del taoísmo, a medida que ha pasado el tiempo se han aclarado algunas ideas sobre las relaciones sexuales, el deporte y, en general, la actividad física.
Es cierto que durante la actividad sexual hay un consumo de energía, pero no es relevante. De acuerdo al médico Eduardo Ruíz Munguía, especialista en sexología y medicina interna, lo que se invierte “equivale a subir las escaleras de un piso. Hay un ejercicio físico, pero no implica un mayor desgaste metabólico y cardiovascular que sea limitante a la hora del ejercicio físico”.
Si tienes ganas de estar con tu pareja, no te preocupes por esa sensación de relajación que sientes cuando terminas. En ocasiones esto lo podrías confundir con un lapso de agotamiento, pero no, lo que estás viviendo en realidad es un estado de relajación. Así que puedes estar tranquilo.
“En realidad la actividad sexual no implica un verdadero desgaste para el organismo; eventualmente, en ese estado que se alcanza durante el orgasmo hay liberación de oxitocina, lo cual produce relajación, es decir, no hay agotamiento”, concluye el sexólogo.
Ahora bien, volviendo a lo que predica el taoísmo chino, la testosterona como hormona que está presente en el semen del hombre, es clave para regular el metabolismo, especialmente de los músculos, tejidos que más energía consumen durante el ejercicio. Al eyacular, el hombre expulsa esta hormona y claro que tendrás una disminución, pero no es grave.
No obstante, debes tener algo muy presente y es la recomendación que hace la especialista en sexualidad Elsy Reyes, quien le dijo a CNN que, pese a que habrá un bajón súbito de testosterona, “considera que es exagerado abstenerse de relaciones sexuales”, pero ojo con el tiempo porque según ella “si afectaría si se hace dos horas antes”. Por lo que recomienda: “si hay 10 horas de diferencia entre la relación sexual y la competencia, no cambia el rendimiento”.
Pasando al otro lado de la orilla, si el sexo mejora el rendimiento físico, hay que tener en cuenta que tan solo el acto sexual no es un factor que permita explotar aún más tus capacidades o tu fuerza vital. Es más un factor psicológico el que se podría ver reflejado a la hora de saltar a la cancha o ir al gimnasio, pues una vida sexual satisfactoria puede traer beneficios en distintos campos de la vida.
“En general, las vidas sexuales vacías, poco satisfactorias, producen decaimientos en muchos niveles y el ejercicio no es la excepción, no depende tanto de una jornada maratónica de sexo o que el mejor orgasmo de anoche haga que hoy corra mejor”, según aclara Ruíz.
Uno de los deportistas que puede ilustrar que es posible echarse uno que otro ‘polvo’ antes de practicar deporte es el futbolista brasileño Ronaldo de Assis Moreira, más conocido como Ronaldinho. Quienes lo han visto jugar, no pueden negar que era un jugador que disfrutaba estar en la cancha de fútbol y que siempre tenía una sonrisa en su rostro cuando era la hora de gambetear a sus rivales.
En una entrevista para la revista Playboy en 2013, el crack de la canarinha aseguró: “en mi etapa en el Barça practicaba a menudo sexo antes de los partidos, no era un problema y por el contrario era beneficioso, ya que llegaba más feliz al campo”.
Con el testimonio de Ronaldinho y la evidencia médica, queda demostrado que pasar tiempo con tu pareja o con quien sea que lo vayas a hacer, antes de llevar a cabo una actividad física, no tiene que convertirse en un gran dilema. Lo importante es que no sea para excederse y sí para disfrutarse.