El morboso desmintió que estuviera grabando las partes íntimas de las mujeres, pero nadie le creyó.
Cada vez es más la inseguridad que se presenta en Transmilenio en la capital del país. Ya sea por robos o pervertidos, se ha desarrollado bastante miedo entre los ciudadanos y las mujeres que pueden ser más vulnerables a tener que enfrentarse a este tipo de circunstancias.
A diario son muchas las mujeres que denuncian que hombres las tocan o acosan en el transporte público y aunque a veces los mismos pasajeros al percatarse de lo que está sucediendo hacen algo al respecto, hay otras ocasiones en las que no. Lamentablemente, lo máximo que hacen es llevarlos a una Unidad de Reacción Inmediata (URI) y después los dejan libres.
Y es que según la última encuesta hecha por la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), la percepción de los ciudadanos frente al aumento de inseguridad en general de Bogotá es la más alta de los últimos 6 años.
Este miércoles 3 de agosto se presentó un hecho indignante en el que varios pasajeros de un articulado se percataron de que un sujeto llevaba incrustada en sus botas una cámara bastante pequeña.
Al “morboso” lo descubrieron exactamente en la estación de la Calle 26, después de que varios pasajeros alertaran al personar de TransMilenio y a unos uniformados para que pudieran detenerlo.
De acuerdo con las personas que lo o descubrieron, el hombre usaría esta cámara para grabar a mujeres en falda o vestido, a quienes por el ángulo claramente se les puede ver todo, desde sus partes íntimas y su ropa interior.
Exactamente, fueron dos jovencitas las que inicialmente se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo, ya que el hombre se paró muy cerca a una de ellas que precisamente llevaba falda. Según sus relatos, el hombre estaba haciendo movimientos bastante raros que llamaron su atención.
Las mujeres comenzaron a sospechar que algo raro estaba pasando, por lo que decidieron fijarse detenidamente en lo que estaba haciendo y en analizar sus movimientos, fue allí cuando efectivamente vieron una minicámara entre los cordones de sus botas.
Al ser detenido, el hombre aseguró que supuestamente no grababa a mujeres, sino que su objetivo era capturar ladrones con “las manos en la masa”, ya que presuntamente había sido atracado varias veces en esa estación.
Sin embargo, las autoridades no le creyeron y aunque a algunos no les pareció una sanción justa, le impusieron una multa por un millón de pesos.