Los delincuentes iban de casa en casa ofreciendo dinero a cambio de cabello.
El pasado miércoles de mayo, en horas de la tarde, en el departamento de Malambo en el Atlántico, se presentó un robo bastante particular.
En esta ocasión, la víctima fue Yorleidys Aguilar, quien se encontraba en su casa cuando unos desconocidos se acercaron a ofrecerle dinero por su cabello rizado y rojo.
Ella se negó ante las reiterativas peticiones de los hombres y por lo que según varios medios a nivel nacional, uno de ellos le pidió un vaso de agua pero con una mala intención. Al llevarle la bebida, uno de ellos la drogó para que quedara inconsciente.
Posteriormente, procedieron a comenzar a cortarle su cabello mientras ella estaba tendida en el suelo. Es importante tener en cuenta que en esos momentos, la joven de 27 años solo estaba en compañía de su pequeño hijo.
En diálogo con Blu Radio, la madre de la víctima explicó: “Ella le da el vaso de agua y de ahí sintió que perdió el control. El hombre le empezó a cortar el cabello y ella decía que no. Cuando ya lo habían cortado le dejaron 40 mil pesos a su niño, de ocho años, y se fueron. Mi hija salió a la calle drogada pidiendo ayuda y una vecina la auxilió”.
Lo más extraño de todo es que los ladrones le dejaron dinero por su cabello y huyeron. Al ver que Yorleidys estaba pidiendo ayuda, algunos de sus vecinos la llevaron al hospital del municipio, mientras que otros llamaron a las autoridades pertinentes. Por el ágil llamado de los residentes, policías salieron en busca de los criminales y lograron capturar a los tres presuntos responsables, quienes estaban acompañados de una mujer.
Pese a que de acuerdo con El Heraldo, los capturados negaron los cargos y aseguraron que jamás drogarían a alguien para obtener algo a cambio y menos por cabello. Para respaldar el por qué cuando fueron encontrados tenían en su poder una cabellera con las mismas características de Aguilar, dijeron que llevaban un buen tiempo trabajando en este negocio.
“Estamos en ese sector desde hace varios días, comprando cabello. Recorremos pueblos y barrios, este es nuestro negocio. Allí le compramos el caballo a varias personas, que pueden constatarlo“, dijo uno de los sospechosos.
Sin embargo, la Policía incautó el cabello que les encontraron, lo llevaron al hospital donde estaba la víctima y efectivamente constataron que era de ella.
Aunque los cuatro capturados fueron dejados en libertad, las autoridades aseguran que las investigaciones siguen en marcha para esclarecer qué fue lo que sucedió.