La menor falleció después de 12 horas de presuntas torturas y, según su abuelo, su desenlace fue “la voluntad de Dios”.
El pasado 24 de septiembre de 2021, Arely Naomi Proctor de tan solo 3 años, murió después de ser torturada por varios familiares durante un ritual de exorcismo.
René Trigueros Hernández, abuelo de la menor, ejercía su labor como pastor certificado en una iglesia de California y fue quien estuvo al frente de esta práctica religiosa. Sin embargo, el adulto de 59 años, junto a la madre de Naomi, Claudia Hernández, y su tío René Aaró Hernández Santos, son los señalados por la justicia por el cruel asesinato.
De acuerdo con algunas declaraciones de las autoridades, la acudiente sospechó, el 23 de septiembre, que Proctor estaba poseída porque lloraba y gritaba mucho. En ese momento, junto al tío, comenzaron a orar por ella para que ‘el espíritu’, saliera de su cuerpo.
Al darse cuenta de que no podían liberar al ente maligno, decidieron acudir al templo del abuelo, Apóstoles y Profetas. Allí intentaron hacerla vomitar en repetidas ocasiones porque creían que así saldría el demonio, pero al ver que nada funcionaba comenzaron a torturarla cogiéndola con mucha presión de su cuello, torso y piernas.
Según las autoridades locales: “la víctima estaba viva al comienzo del ritual y el acusado cerró los ojos para orar. Al abrir los ojos, pensó que la niña había muerto. Continuaron rezando y no realizaron ninguna medida para salvar la vida de la menor”.
La madre llamó a la policía para que se dirigieran al lugar de los hechos, dos horas después de lo sucedido, y aunque intentaron trasladarla a un centro médico para intentar salvarle la vida, fue declarada muerta.
Pese a que la familia afirmó no haberle causado mayor daño, la autopsia reveló que las principales causas de su muerte fueron asfixia por sofocación y asfixia mecánica.
Además, tenía hematomas en el tórax, cuello, ojos, en la lengua, también presentaba traumatismos por objeto contundente y hemorragia interna en el intestino grueso, el páncreas y el corazón.
Cabe resaltar que ninguno de los familiares está arrepentido por lo sucedido y que de acuerdo con las declaraciones del abuelo a Mercury News, lo que hicieron sí fue un exorcismo y que el desenlace había sido “la voluntad de Dios”.
Pese a que Claudia Hernández es la única detenida por el crimen al ser señalada de “estrangular a la niña varias veces hasta el punto en que la víctima quedó inconsciente”, René Trigueros y René Aarón aún no han sido detenidos.
De ser procesados y condenados podrían enfrentarse a una pena de cadena perpetua o de 25 años.