El sexo puede convertirse en toda una adicción por lo rico que es, sin embargo, si hasta dormidos queremos hacerlo puede representar un problema.
El sonambulismo sexual hace referencia a un trastorno del sueño en el que una persona sostiene relaciones sexuales estando dormido y en su mayoría al despertarse no se acuerda de lo sucedido.
Este tipo de parasomnia en su mayoría es más común en hombres que en mujeres y aunque muchos crean que tiene que ver con fantasías sexuales o sueños eróticos, no es así, en realidad es una patología.
Aunque claramente todo varía según la persona en general, las señales para saber que sufre de esto es que exhibe comportamientos sexuales que no puede controlar, como por ejemplo:
- Masturbación
- Iniciar una relación sexual
- Acariciar sugestivamente a la pareja o compañero de cama
- Orgasmos espontáneos
Uno de los aspectos más curiosos es que, según el psiquiatra Daniel Block, al tener un episodio de estos es posible que la persona tenga los ojos abiertos durante el acto “pero hay amnesia para el evento al despertar a la plena conciencia”.
Aunque no hay muchas investigaciones sobre por qué se produce de acuerdo con la Fundación del sueño de Estados Unidos, las razones pueden ser el insomnio crónico, la narcolepsia, el síndrome de piernas inquietas, convulsiones relacionadas con el sueño y otras parasomnias como el sonambulismo y el transtorno de conducta del sueño.
Así también, de acuerdo con el doctor Francesc Segarra Isern: “algunas alteraciones del sueño, como las apneas obstructivas del sueño o el síndrome de piernas inquietas, pueden actuar como ‘disparadores’, pero, realmente, la causa exacta de la sexomnia es desconocida”.
Pese a que hasta el momento no hay un tratamiento específico, la medicación puede ser eficaz, claramente todo debe ser recetado por un médico especialista.
Cómo el origen de este trastorno es multicasual, el médico será quien recete un tratamiento adecuado. Cabe mencionar que en general recomendaran diversos cambios en las dinámicas de vida que puedan ser las posibles desencadenantes. A
Aunque la sexomnia no representa un peligro grave, es claro que puede llegar a repercutir en varios aspectos de la vida, que hagan que se comience a alejar de su entorno social, que las discusiones en pareja aumenten y que la confusión se incremente al no saber que se hizo la noche anterior.
En caso de que a alguien se le incremente el número de los episodios y su intensidad, lo mejor es que contacte a unos especialistas de inmediato. De esta forma, es posible realizar una entrevista clínica, así como hacerse los exámenes necesarios, como la polisomnografía nocturna, para tener un diagnóstico y el tratamiento con el objetivo de volver a la “normalidad”.