En segunda vuelta serán dos candidatos sin partido político tradicional los que se enfrentarán por la presidencia. Estas son sus diferencias.
El pasado 29 de mayo se llevó a cabo la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en la que se enfrentaron 6 candidatos de distintas orillas para definir a los preferidos por la ciudadanía. Aunque durante varios meses se realizaron decenas de encuestas tanteando el panorama que tendrían los resultados, prácticamente ninguna acertó completamente, puesto que solo hasta la recta final algunas ponían a Rodolfo Hernández como el contrincante de Gustavo Petro y no a Federico Gutiérrez.
Con más de 8 millones de votos, el candidato del Pacto Histórico se quedó como el gran ganador de la jornada, aunque no fue una sorpresa pues era lo que indicaban las estadísticas en cuestión de popularidad. Sin embargo, la competencia por el segundo lugar estuvo más reñida ya que empezó ganándolo el aspirante del Equipo Por Colombia, pero terminó quedándose en manos del ingeniero.
Tras tener los resultados definitivos, los primero titulares fueron para referirse a la derrota de los tradicionales que apoyaban a ‘Fico’, pero también destacaban que la segunda vuelta será entre ‘alternativos’, teniendo en cuenta que ni Petro, ni Hernández, hacen parte de un partido político conformado por los personajes que siempre han dominado la política colombiana.
Aunque ambos sean “opciones diferentes”, no son del todo parecidos, puesto que uno defiende algunas de las ideas de la derecha y el otro defiende los intereses de la clase menos privilegiada. Tanto Petro como Hernández, basan sus planes de gobierno en resolver las principales problemáticas del país, pero desde ámbitos diferentes.
Uno de los debates más destacados en la actualidad es el que plantea una reforma pensional considerando que en Colombia sólo 1.6 de 6.5 millones de adultos mayores, reciben pensión. Ante esa problemática ambos candidatos proponen llegar a esa población que en este momento no recibe ningún sustento económico a pesar de haber cumplido con la edad para pensionarse.
No obstante, Rodolfo Hernández se enfoca en una reforma a Colpensiones para que pueda competir con los fondos privados teniendo más cotizantes que ahorren en ese sistema público. Asimismo, dice que los colombianos que reciben altas pensiones podrían asumir una carga impositiva, obligándolos a tributar parte de su pensión; para aquellos adultos mayores que hasta hoy no reciben pensión, el ingeniero propone entregarles un subsidio o una pensión de un salario mínimo, así no hayan cumplido con los requisitos.
Por otro lado, la reforma de Gustavo Petro es más ambiciosa puesto que promete crear un sistema pensional basado en pilares que le permita a todos los colombianos mayores pensionarse. Para ello dice que a diferencia de Rodolfo, fortalecería Colpensiones para que el sistema pensional sea mayoritariamente público. Cabe destacar que el candidato no propone eliminar los fondos privados, solo que estos dejarían de tener la relevancia que tienen hoy para permitir que los colombianos se pasen al fondo del estado.
Otra diferencia que guarda con Rodolfo, es que dice que a los adultos mayores que no reciben pensión les entregaría un bono pensional no contributivo por valor de medio salario mínimo y no uno completo. Esta propuesta que es el primer pilar de la idea, denominado solidario básico, costaría 18 billones de pesos.
El segundo pilar es el contributivo que como su nombre lo dice, establece que los trabajadores que devenguen de 1 a 4 salarios mínimos cotizarán en Colpensiones y solo quienes ganen más de eso podrán decidir dónde cotizar el excedente. El último es el del ahorro voluntario complementario, que es solo para quienes deseen guardar más dinero para su vejez.
Sobre la reforma tributaria ninguna de las propuestas se relaciona, puesto que Petro dice que sí la haría, mientras que Hernández asegura que su enfoque no es ese, puesto que “redistribuyendo fuentes y mejorando los recaudos donde campean la elusión y la evasión”, se recaudará suficiente dinero para saldar las deudas que tiene el país.
A pesar de que no propone un reforma tributaria como tal, Hernández sí haría cambios en la economía actual ya que dice que reducirá el IVA del 19% al 10%, dejando la canasta familiar con las exenciones que ya tiene, pero impondrá ese impuesto o reclasificará algunos de los bienes y servicios que en este momento no pagan esa tributación.
Algunos de los servicios que actualmente no pagan IVA son, servicios médicos, odontológicos, hospitalarios, clínicos y de laboratorio, servicios de conexión y internet de usuarios estrato 3, servicios de administración de fondos del Estado y los servicios de seguridad social,servicios de educación prestados por establecimientos de educación pre-escolar, primaria, media e intermedia, superior y especial o no formal, entre otros.
Asimismo, promete que eliminará el 4 x 1000 y prohibirá la importación de productos que ya se produzcan en Colombia, hasta que sea el campo colombiano el que surta el mercado.
Por el lado de Petro, su reforma tributaria buscará favorecer a las personas más vulnerables y quitarles privilegios a los más adinerados. Con esos cambios dice que se recaudarán 50 billones de pesos. Además, destaca que eliminará políticas que permitan la evasión, incrementará los dividendos que pagan las empresas y buscará que las penas que paguen quienes evaden impuestos sean más severas.
La propuesta en materia laboral de Petro va en relación con otra de sus propuestas económicas y es sobre transitar de una economía extractivista a una productiva.
Según el candidato, debe haber “un estatuto del trabajo que garantice el derecho fundamental al trabajo digno, decente y seguro que incluya a las y los trabajadores de las economías populares, rurales y del cuidado, a los trabajadores asalariados formales, a los trabajadores contratados mediante Órdenes de Prestación de Servicios y demás formas temporales”.
Por lo anterior dice que el estado también debe fungir como empleador de última instancias cuando los ciudadanos no pueden conseguir empleo de otra manera. Esto lo haría a través de la contratación de obras pequeñas en territorios específicos para dar trabajo a los pobladores de esas zonas.
Por su parte, Hernández propone una reforma laboral que garantice incentivos e inversión rural para que allí existan oportunidades. Esta propuesta va en la misma línea con la que dice impulsar aldeas que sean construidas por los mismos ciudadanos. Además, asegura que implementará estrategias que permitan la flexibilización laboral con el objetivo de ayudar a las mujeres cabeza de hogar. “Se desarrollará un programa en el que el Estado, junto a las empresas, construya espacios para el cuidado de los hijos”, explica el programa del ingeniero.
Sobre educación ambos candidatos concuerdan en que debe recibir un enfoque primordial, pues hasta el momento los inconvenientes en este ámbito son: poca financiación, falta de cobertura y por ende dificultad para acceder. Tanto Petro como Hernández hablan de gratuidad en todos los niveles escolares, desde primaria hasta educación superior.
La diferencia radica en que el candidato del Pacto Histórico dice que lo fundamental es la cobertura y la permanencia de los estudiantes, él asegura que hay que evitar la deserción. Por el lado del ingeniero, se enfoca en mejorar la calidad educativa desde la labor de los docentes.