El agresor le propinó más de 7 impactos en su cuerpo con el arma corto punzante.
El 2020, Miguel Camilo Parra, atacó a su pareja sentimental de ese momento, Ángela Ferro Gaitán, de 30 años, con una hacha, durante una acalorada discusión.
El agresor le propino 7 impactos en el cráneo y otros en el cuerpo. La pareja llevaba un año de relación, pero Miguel era bastante celoso, por lo que usualmente tenían fuertes discusiones, por lo que antes del ataque ella ya tenía planeado terminar su relación con Camilo para posteriormente irse a un apartamento.
“Él ya había sido agresivo, me había tirado de la cama; había intentado morderme, pero al mismo tiempo era detallista y cambiaba. Era como si fuera dos personas diferentes”, fue el primer pronunciamiento de la víctima después de recuperarse un poco de las heridas que le causó Parra.
De acuerdo con la Fiscalía, las razones principales por las que la relación llegó a su fin, fueron los múltiples episodios de violencia y amenazas por las que tenía que pasar Ferro: “El agresor actuó consciente de lo que hacía, al punto que el día del ataque llamó a su mamá y a una tía para que vieran a la víctima”., puntualizó la Fiscalía.
Cabe mencionar que en el lugar de los hechos, que era la vivienda donde convivían, el victimario amenazó al hijo de la mujer que en ese momento tenía 12 años para que no dijera nada y tuviera tiempo de escapar.
El pasado 2 de junio, un juez declaró culpable a Miguel Parra, por el delito de intento de feminicidio agravado, sin embargo, hasta el momento no habían oficializado una condena.
“La Fiscalía General de la Nación acreditó más allá de toda duda que Miguel Parra atacó con medio corto contundente (hacha) en la cabeza de su excompañera sentimental en el inmueble ubicado del conjunto residencial Redil de Castilla y que le generó heridas y puso en riesgo su vida por el hecho de ser mujer, sobre la cual se evidencia la dominación que él ejercía”, advirtió la juez al sentenciar a Parra.
Cabe mencionar que el condenado y su defensa habían pedido el beneficio de prisión domiciliaria, pero el juez 22 Penal del Circuito de Conocimiento de Bogotá no accedió, condenándolo a pagar 20 años y ocho meses de prisión por el delito de tentativa de feminicidio agravado en un centro intramural.
Es importante resaltar que cuando fue capturado por primera vez, durante el proceso judicial quedó en libertad por vencimiento de términos a principio de marzo del 2021.