Poco a poco se van dando a conocer más detalles para dar con los delincuentes que lo asesinaron. Conozca cómo fue el minuto a minuto del crimen.
Este martes 10 de mayo ocurrió uno de los asesinatos más rápidos y más trágicos en Cartagena, exactamente en la reconocida Isla de Barú.
En esta playa, el fiscal antimafia, Marcelo Pecci fue víctima de un sicariato a manos de dos delincuentes que según varias investigaciones lo más probable es que sean de Venezuela.
Testigos de la zona aseguraron que, los presuntos sicarios caminaron aproximadamente 700 metros para ingresar a Playa Blanca, llegaron al sector Playa Tranquila, alquilaron dos jet sky y se fueron a dos kilómetros de donde estaban para asesinar al fiscal, en el Hotel Decameron en el que se estaba hospedando.
Uno de ellos se bajó y sin mediar palabra alguno le disparo dos veces. Los impactos de bala fueron en el rostro y en la espalda del fiscal.
Después de ver que el hombre se había desplomado, huyeron en los vehículos motorizados y pese a que algunas de las personas que estaban en el lugar trataron de ayudar, él ya no tenía signos vitales.
El hecho conmocionó a Colombia, Paraguay y Estados Unidos por los casos de crimen organizado, narcotráfico, lavado de dinero y financiamiento del terrorismo, que el hombre de 45 años había resuelto durante el cargo que tenía.
Es importante tener en cuenta que lo más doloroso de este crimen es que el agente se encontraba en Colombia con su esposa, la periodista Claudia Aguilar, para celebrar su luna de miel y que estaban esperando a su primer hijo.
En diálogo con Noticias RCN, el comerciante que le rentó los vehículos acuáticos dio más detalles de todo lo que sucedió este martes.
El homicida y su cómplice habrían alquilado las motos acuáticas por 240 mil pesos y aunque ninguno se veía como un criminal, si le pareció muy raro que solo hubieran usado sus servicios por 16 minutos cuando podían hacerlo por media hora.
“Eso se alquila como en $ 240.000 o $ 280.000 pesos la hora, al cliente no se le pide nada, se le dice cuanto cuesta, el tiempo que va a tener para disfrutar del aparato y ya”, resaltó el cartagenero.
En cámaras de seguridad quedó en evidencia como a la vista de todos los isleños y turistas, llegaron bastante agitados a devolver las motos y huyeron del balneario, en motocicleta.
Otro de los factores que llamó la atención del comerciante fue que los victimarios, cuando se fueron, “uno tenía primero un buzo negro y el otro tenía franela blanca”, pero cuando volvieron estaban sin camiseta y en pantaloneta.