El separador de la Autopista Norte fue utilizada como un centro de tortura por los asaltantes.
Una peligrosa banda que se dedicaba a agredir mujeres en el norte de Bogotá fue desmantelada. Las víctimas, según se dio a conocer, eran atrapadas y metidas en matorrales para ser hurtadas y ultrajadas por los antisociales. Uno de los casos fue el de una mujer que se se trasladaba en bicicleta cuando de repente fue sometida por dos hombres quienes no contentos con robarle sus pertenencias la obligaron a practicarles felación.
La mujer se desplazaba por la Autopista Norte con 245 cuando logró observar unas luces de colores a lo lejos. A los pocos segundos aparecieron los sujetos. “Cállese o le metemos una puñalada. Eso era lo que me decían. Uno de ellos tenía un cuchillo de cacha blanca como de cocina”.
Pero ella no era la única que estaba siendo víctima de los asaltantes. Cerca de ella había un hombre que estaba atado de pies y manos. Por otro lado, el líder de la banda amenazó a la mujer con hacerle daño si esta trataba de huir. Le quitaron los cordones de los zapatos y con ellos también la ataron, después de que quedó inmovilizada, los hombres salieron a la vía para seguir “cazando”.
La excusa que utilizó uno de los delincuentes era que “su mamá estaba enferma” y le mostró una de las cicatrices de su pierna. Luego de que los maleantes le hurtaron sus pertenencias se dio el abuso y por si fuera poco grabaron todo lo que le estaban haciendo. Al otro hombre le preguntaron “¿cuántos reales tenía en la tarjeta?”. Él aterrado hombre respondió que unos 600 mil pesos.
Al hombre le pedían las claves mientras lo iban puyando con un cuchillo. A la víctima la amenazaban con cortarle un dedo, lo mismo hicieron con la mujer para que diera las claves de sus tarjetas.
“Hasta que no tengamos la plata no los dejamos ir”, fue una de las frases que lanzaron los asaltantes en contra de sus víctimas. Al joven lo llamaron sus familiares en varias oportunidades, pero los delincuentes le obligaron a decir que todo estaba bien y que solo se había pinchado. A la mujer la llevaron a otra zona, la abusaron y la grabaron nuevamente.
Días después los hombres fueron capturados tras haber utilizado el mismo modus operandi en el sector de Fátima en Tunjuelito. Los delincuentes pretendían escapar en un carro hurtado, pero las autoridades lograron capturarlos. La Fiscalía le imputó a los detenidos los delitos de hurto calificado y agravado; utilización de menores para la comisión de delitos y porte ilegal de armas de fuego. Ninguno de los hombres aceptó los cargos.