Le salió mal el plan, pues en medio de su fuga con el botín dejó un objeto personal por el que fue capturado.
Pudo ser mala suerte o un mal cálculo y, aunque ningún plan es perfecto, hay algunos que salen peor de lo que se espera. En medio de la noche, los ladrones aprovechan para hacer de las suyas, pero la historia de este es más curiosa.
En la ciudad de Deltona en el estado de Florida, Estados Unidos, un hombre hasta entonces aparentemente desconocido, decidió buscar un objetivo que era entrar a robar a una casa y durante la noche se dio a la tarea de ejecutar el plan.
Su plan parecía ir andando impecable hasta que el sujeto entró a uno de los cuartos de la casa donde había una joven mujer de 31 años dormida que sintió los pasos del intruso e interrumpió su sueño para atraparlo.
Soñolienta, la mujer notó que ese sujeto que estaba junto a su cama no era conocido por lo que empezó a gritar para alertar sobre la impertinencia del criminal. Aunque el hombre intentó controlar a la mujer tapándole la boca para que hiciera silencio, el miedo lo reprimió y tuvo que salir apresuradamente del lugar.
Resultó que además de no haber podido llevarse el botín completo, el ladrón era más distraído de lo que se pensaba y aunque, según lo que se conoció después, no era su primer crimen, sí fue el que peor le salió.
Cuando la mujer pudo reaccionar, llamó a la policía que llegó rápidamente para atender la situación. Ante el oficial, la víctima entregó una detallada descripción física del ladrón y un claro relato de los hechos, mencionando que el sujeto la había tomado del cabello para someterla y le tapó la boca para obligarla a hacer silencio.
La policía comenzó a buscar huellas o alguna pista que les ayudará a dar con el paradero del criminal, a lo que entre las sábanas de la cama de la mujer encontraron nada más y nada menos que el celular del ladrón.
Por si no fuera suficiente pista, el ladrón era muy familiar por lo que en su teléfono tenía como fondo de pantalla una imagen con su parientes más cercanos. Con esos detalles en la mano, las autoridades pudieron identificar que se trataba de Cory Winston, un hombre de 52 años que estaba con libertad condicional.
Según medios locales de la Florida, la policía descubrió que el hombre vivía muy cerca del lugar donde entró a robar y el camino que emprendió después del robo fue captado por las cámaras de seguridad del barrio.
Tras ser descubierto, Winston agredió al agente que lo interrogó sobre su celular, por lo que ese cargo se le sumó a la lista de ilegalidades que cometió y actualmente está en prisión.