El ciclista del Arkea-Samsic está agotando todos los procesos para asumir su defensa.
Nairo Quintana anunció este jueves su renuncia a la edición 77 de la Vuelta a España, pese a que este mismo miércoles había asegurado que sí iba a participar.
“Ahora mismo no tengo cabeza y el cuerpo no está para hacer la competición. Aunque ayer había dicho que iba a hacer la Vuelta España, aún no me encuentro en condiciones, prefiero retornar a casa”, expresó el ciclista por medio de un video que difundió en sus redes sociales.
Además, el deportista hizo referencia a la noticia dada por la Unión Ciclista Internacional (UCI), este miércoles 17 de agosto, en la que se anunció que el ciclista colombiano había sido sancionado por el uso de tramadol en el Tour de Francia 2022, aunque la decisión podrá ser apelada ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) dentro de los próximos 10 días.
“Los análisis de dos muestras de sangre seca proporcionadas por el ciclista los días 8 y 13 de julio durante el Tour de Francia 2022 revelaron la presencia de tramadol y sus dos metabolitos principales”, se lee en el texto.
A través de su cuenta de Twitter, el deportista presentó una breve pero concisa declaración este miércoles tras ser acusado: “Hoy me he enterado con sorpresa del anuncio de la UCI de una infracción por uso de tramadol. Desconozco totalmente el uso de esta sustancia y niego haberla utilizado en mi carrera (...) Con mi equipo de abogados estamos agotando todos los procesos para asumir mi defensa”.
En relación con lo anterior, el ciclista colombiano del Arkea-Samsic expuso en el video que prefería organizar y preparar su defensa sobre esa notificación: “Trabajaré en los próximos 10 días en mi defensa, para demostrar que no tengo ningún problema y nuevamente nos veremos en las próximas competiciones”.
Si bien el tramadol no está entre las sustancias que infringen las normas antidopaje, pues por ahora no se ha confirmado que ayude a mejorar el rendimiento de los ciclistas, según un estudio no concluyente de la Universidad de Granada apunta a que sí podría tener algún efecto relacionado con el que los deportistas pueden beneficiarse.
Este analgésico funciona al cambiar la manera en la que el cerebro y el sistema nervioso responden al dolor y está prohibido desde el 1 de marzo de 2019 por la Unión Ciclista Internacional (UCI).
En cuanto a los efectos directos que puede llegar a tener en un ciclista, no son los mismos que puede tener un ibuprofeno o un acetaminofén, porque literalmente elimina todo el dolor que pueda sentir en todas las partes del cuerpo, por lo que de acuerdo con esa entidad el competidor que lo consuma sentiría cada día de competencia como si fuera el primero, sin los músculos cansados ni molestias o dolencias en espalda, hombros o la zona lumbar.