El deportista colombiano ya consiguió un diploma olímpico en Tokio 2020 en el lanzamiento de disco y ahora enfoca todos sus esfuerzos en dejar el listón aún más alto en territorio francés.
Dentro del campo de lanzamiento, Mauricio Ortega es pura determinación y concentración. Por fuera de él, es un hombre extrovertido, de frases largas, con una memoria envidiable y siempre sonriente; un atleta que se ha convertido en una figura ejemplar en Colombia.
El atletismo no fue su primera opción. El deporte apareció en su vida para calmar a ese niño inquieto y revoltoso. Fútbol, baloncesto, béisbol y pesas fueron los primeros que probó. Sin embargo, en ninguno pudo destacarse debido a que su fortaleza nunca estuvo en las disciplinas de conjunto: hacer una pared en el fútbol o driblar y pasar en el baloncesto fue algo que se le dificultó.
No obstante, el deporte se mantendría en su vida gracias al entrenador Johan López. Él fue quien le dijo que dejara el levantamiento de pesas. No le veía la estabilidad para levantar el peso que intentaba alzar y le recomendó que practicara el atletismo, pero la primera reacción de Ortega no fue la mejor y se negó a cambiar de deporte.
Desde un principio creyó que el atletismo se trataba de solo echar para adelante y correr. Sin embargo, el nacido en Apartadó, Antioquia, poco a poco terminó por darse cuenta de que no solo era eso, sino que también este deporte enmarcaba una serie de disciplinas como saltos y lanzamiento, así que su idea cambió.
Arrancó en lanzamiento de bala y disco, y su camino empezó a coger un norte al obtener muy buenos resultados y ganar medallas en los interclubes en ambas disciplinas. A partir de ahí, comenzó el éxito de Ortega en el atletismo. Con el paso de los años, tomó la decisión de quedarse en disco a pesar de que tuvo que adaptarse a lanzar con la derecha por recomendación de su entrenador, Ferney Romaña.
Ya más enfocado en el disco, Ortega viajó a Lille, Francia, en el 2011, para afrontar el Mundial de Atletismo en la categoría menores, donde fue cuarto con una marca de 60.28 metros y en Barcelona, España, en el 2012, en juvenil, terminó noveno con un lanzamiento de 57.50 metros.
De Ortega se pueden resaltar una serie de cualidades que lo han llevado a dar pasos hacia delante de cara a sus objetivos. La resiliencia, determinación y enfoque le han permitido consolidarse en el ciclo olímpico que tuvo como primer objetivo Río de Janeiro 2016, justas en las que quedó eliminado en la posición 18.
“Es una persona responsable, seria y disciplinada, con una visión clara que le permite no conformarse con lo que consigue. Siempre quiere más”, así calificó a Ortega el Comité Olímpico Colombiano, características que le han dado la posibilidad de seguir mejorando cada vez más.
No fue sencillo, pero a medida que pulía más sus lanzamientos y continuaba con sus entrenamientos empezaron a llegar los triunfos en la categoría de mayores. Se impuso en los Juegos Suramericanos de Santiago de Chile en 2014 y, posteriormente, logró su paso a los Juegos Olímpicos de 2016.
Sin embargo, esto no ha sido todo. Ortega ha representado a Colombia en una serie de certámenes en los que ha dejado una gran imagen y en las que ha demostrado que cada vez sus registros son mejores. En el Mundial de Pekín, su primera cita mundialista en las mayores, pasó a la final y terminó en la casilla 11 del lanzamiento de disco, con un registro de 62.01 metros.
Sin embargo, no siempre se obtienen los mejores resultados y eso hace parte de la vida de un deportista. Desafortunadamente, en el 2019, el colombiano alcanzó una marca de 61.92 metros en el Mundial de Atletismo que se disputó en Doha, Qatar, pero no le alcanzó para meterse en a final al terminar en la casilla 20. A pesar de esto, sus ilusiones por llegar a la cima siguieron intactas y no paró de trabajar.
De camino a Tokio 2020, ganó el oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, aunque no logró podio en los Juegos Panamericanos de Lima, en 2020, obtuvo su mejor marca personal al superar los 70 metros con 70.26 metros. Este registro le permitió ostentar las mejores marcas a nivel nacional y suramericano y, además de ser el mejor del mundo en el 2020, le sirvió para clasificarse a las justas en territorio japonés, evento en el cual se convirtió en el primer lanzador de disco nacional en lograr un diploma olímpico.
“Todo está en la manos de Dios, lo único que deseo es salir adelante, ayudar a mi madre y a mi hermano Santiago. Fue muy difícil el proceso porque el apoyo en este deporte era escaso y muchas veces mi mamá tuvo que sacar el dinero para que yo lograra salir a competir. Quiero ser ejemplo a seguir, pero esto se logra con resultados y por eso estoy luchando”, afirmó el deportista al Comité Olímpico Colombiano en 2020.
Sus resultados lo llevaron a hacer parte del Equipo Colombia, que busca garantizar las condiciones económicas, técnicas, sociales y las necesidades específicas de preparación y competición de los 62 atletas que hacen parte del equipo con miras a París 2024, unos Juegos Olímpicos en los que Ortega espera superar el listón que dejó en Tokio 2020, pues ahora cuenta con mucha más experiencia y se sigue preparando de la mejor manera para subirse al podio y cumplir con su meta de obtener una medalla para el país.
*Este trabajo periodístico se hace en alianza con el Ministerio del Deporte.