Luego del terrible asesinato sin sentido en la escuela donde muchos resultaron muertos, las lluvias de críticas sobre la actuación de las autoridades no ha cesado
El pasado 24 de mayo, un sicópata denominado como Salvador Ramos, ingresó a la primaria Robb Elementary de la ciudad de Uvalde, en el estado de Texas para abrir fuego contra todo aquel que pudiera. Mató a 21 personas, entre ellas,: 2 docentes y 19 estudiantes menores. El tiroteo dejó conmocionado a la ciudad. Ese hecho se presentó hace tan solo dos meses y los familiares siguen llorando a sus victimas.
Ramos de 18 años, publicó que iba a disparar contra su abuela y una vez lo hizo, anunció que haría una masacre en la escuela primaria, con un fusil AR15 y con un chaleco antibales a las 11:37 de la mañana estrelló su camioneta a una zanja. Disparó a quienes le querían ayudar y cuando llegó al colegio comenzó a disparar contra los estudiantes.
En el tiroteo dos agentes resultaron heridos y posteriormente, le dispararon a Ramos en la cabeza. Eso desató pánico en los habitantes. Las críticas hacia el Departamento de Seguridad Pública del estado de Texas (DPS) y a su líder, el coronel Steven McCraw, no pararon en hacerse visibles.
La situación es que las críticas continuan en aumento desde que se produjo la masacre. Lo único que hay es que el Gobierno de Estados Unidos dijo que iba a iniciar una investigación. El alcalde por su parte, Don McLaughlin, recientemente informó a los medios locales que la escuela primaria Robb Elementary va a ser demolida.
“Nunca podrías pedirle a un niño o a un maestro que regrese a esa escuela. Nunca”, dijo el alcalde, un poco antes de confirmar que en efecto las instalaciones serían desmanteladas. Las personas vinculas al resinto estudiantil deben seguir con su vida. Tendrán que buscar otra opción para estudiar en el caso de los jovenes y los adultos encontrar otra institución para trabajar.
Lo cierto es que la frustración respecto a todo lo que pasó también afecto al alcalde, quien en repetidas ocaciones se mostró frustrado por la situación. Incluso criticó duramente al Departamento de Seguridad y por su puesto, también al coronel Steven McCraw.
Por redes se puede leer:
-”Hasta mato a la abuela, sociedad psicópata, debe estar en el infierno”
-”Es el país más inseguro del mundo. Hay muchos psicópatas en ese país”
-”Los jóvenes gringos no pueden conseguir alcohol en una licorería, pero si armas de fuego de alto poder, ¿no llego el momento para los gringos de desaparecer la sociedad del rifle ? ¿o es una utopía ? mientras seguirán matándose como bestias salvajes”
-”Con que facilidad consiguen un arma o muchas armas, es como comprar unos CHOCOLATES, que autoridades estas”
-”Alguien tiene que caer y ser sancionado con todo el peso de la ley”