¿El peor pecado? Luego de verlo crecer y criarlo, se enamoró de él siéndole infiel a su esposo que al final termino siendo su suegro.
Se podría decir que para el amor no hay edad ya que son incontables los casos en los que las personas se enamoran y deciden tener una relación sin importar la diferencia de edad, pero muchos otros se atreven a creer incluso que el amor es ciego y hasta ilógico, pues no se fija en las diferencias que pueda haber con la otra persona, ni tampoco tiene en cuenta en ocasiones las consecuencias que puede tener enamorarse de alguien en específico.
A través de redes sociales se ha viralizado una relación que ha generado polémica por su origen, ya que además de la diferencia de edad entre ambos existe otra característica que para muchos podría representar un impedimento.
Se trata del caso de una pareja rusa que se lleva 15 años de diferencia y aunque no es incesto, antes de que llegará el amor cada uno cumplía los roles de madrastra e hijastro. A través de la página web Upsocl que comparte contenido de entretenimiento e historias virales se conoció la del triángulo amoroso de Marina Balmasheva, Alexey Shavyrin y Vladimir Shavyrin.
La historia comienza muchos años atrás cuando Marina y Alexey se conocieron se enamoraron y se casaron. Ambos eran jóvenes con sueños, con ideas de formar una familia pero eran muy diferentes. Aproximadamente cuando decidieron unir sus vidas ambos tenía entre 24 y 27 años, pero Alexey ya tenía un hijo de 9 años que le dejó una relación anterior.
Con el matrimonio, los tres se fueron a vivir juntos y los nuevos esposos decidieron adoptar a otros 5 pequeños para conformar la gran familia que soñaban. Pasaron los años, todos crecieron y hasta Marina cambió pues decidió empezar a cuidarse más para perder peso ya que era una mujer obesa y su transformación también se hizo popular en redes sociales.
Sin embargo, de esa transformación no solo hizo parte Alexey como el esposo incondicional, sino que también el hijo mayor fue fundamental, ya que según reporta Upsocl, la mujer se propuso cambiar para conquistar a Vladimir, el pequeño que conoció cuando tenía 9 años y lo vio crecer hasta convertirse en un hombre de 20.
Con el paso del tiempo ambos se empezaron a sentir atraídos, ya que Vladimir no veía a Marina como una figura materna y como nunca había tenido novias, ella era esa primera figura femenina que podía ver con deseo pues no había un vínculo familiar genético.
Siendo personas adultas tomaron la decisión de iniciar un romance a espaldas del padre y esposo, respectivamente y la relación trascendió, ambos se sentían muy enamorados y hasta cometieron el error de tener relaciones íntimas una noche en la que todos dormían, sin considerar que Alexey podrían escucharlos.
Cuando la noche de pasión terminó, Marina volvió a la cama con su esposo pero él ya sabía todo. Desde ese momento todo cambió y el matrimonio acabó en los peores términos, pues Alexey le quitó la custodia de los 5 niños a Marina aunque ella se quedó con uno de los hijos pero para ser su nueva pareja.
Ahora Marina tiene 37, Vladimir tiene 23, se casaron y tuvieron una hija. Sin embargo, la vida de pareja no es común ya que la mamá de Vladimir se encarga de cuidar a su nieta porque su nuera debe trabajar para pagar las cuentas mientras que Vladimir está terminando sus estudios y busca un futuro para su carrera profesional.