El conjunto español volvió a tener una noche mágica en el Santiago Bernabéu
El Real Madrid lo volvió a hacer. Otra noche mágica se vivió en el Estadio Santiago Bernabéu en el partido de vuelta de la semifinal de la Champions League ante el Manchester City de Pep Guardiola que alcanzó a tener un pie en el tren rumbo a la final en París. Sin embargo, contra el conjunto Merengue no se puede cantar victoria hasta el pitazo final, porque Carlo Ancelotti cuenta con una carta secreta que se ha convertido en el catalizador de las remontadas.
Hasta el minuto 70 de juego eran los Citizens los que mantenían el tiquete para enfrentarse al Liverpool en el partido definitivo por el trofeo más apetecido en Europa, pues el 0-0 era suficiente para dejar en el camino al Madrid con el 4-3 que habían conseguida en Inglaterra. Pero no hay nada más que pueda despertar a este león dormido que verse entre las cuerdas.
El gol de Riyad Mahrez a los 73 minutos de juego era el golpe que necesitaban para levantar cabeza y comenzar a hacer de las suyas. Carletto ya había movido el banco de suplentes y con el gol en contra no tardó en hacerlo de nuevo. Con su carta secreta ya en el campo de juego, nada más y nada menos que el talentoso jugador brasileño Rodrygo, el italiano refrescó el terreno con Eduardo Camavinga y Marco Asensio, mientras que Guardiola buscaba cerrar el partido sacando a los más talentosos como Gabriel Jesús y el autor del gol del City.
El Madrid poco a poco fue adueñándose del área rival y quién más si no que Rodrygo para devolverle el alma a su equipo con un gol a los 90 y otro a los 91, cuando el cuarto árbitro mostraba la paleta con los seis minutos de adición. Dos golpes le bastaron al Madrid para enviar a la lona al City que, con la serie empatada a cinco goles por lado, no supo cómo reaccionar y terminó perdiendo en el tiempo de adición la posibilidad de estar en París con el tanto desde el punto penal de Benzema.
Las remontadas ya son un diario vivir del Real Madrid en la Champions desde que se instaló en los octavos de final y, aunque digan que no hay nada que pueda explicar como este equipo logra aterrorizar a sus rivales en su peor momento, hay un jugador que se ha convertido en la respuesta para Ancelotti en este tipo de situaciones, Rodrygo.
Y es que no es para menos. El brasileño de 21 años se ha convertido en ese jugador desequilibrante para que este Madrid, con el apoyo de su público, pueda darle la vuelta a un partido en un abrir y cerrar de ojos.
Lo hizo contra el PSG, partido en el que si bien no anotó, su presencia en el terreno de juego desde los 57′ le dio un nuevo aire al conjunto Merengue para que, al final, Benzema se fuera de hat-trick y le diera el pase a los cuartos de final.
Ante el Chelsea, el brasileño lo volvió a hacer. Cuando pintaba que el Madrid le diría adiós a esta competición, Ancelotti lo mandó al terreno de juego a los 78 minutos y tan solo le bastaron dos minutos para enviar el partido al alargue, tiempo en el que Benzema volvió a hacer de las suyas terminó anotando el gol que dejó la serie a su favor por 5-4, a pesar de la derrota por 2-3.
No cabe duda que Rodrygo se ha convertido en un jugador clave para Ancelotti cuando su equipo se ve en problemas y en esa carta secreta con la que logra darle click al botón de ‘Remontada Style’. Ya lo vivieron tres equipos y ahora lo espera en la final el Liverpool de Jurgen Klopp que, desde ya, debe estar tomando nota para no tener que vivir una pesadilla ante los españoles en París y ver cómo frenar al brasileño.