Conozca las consecuencias de su consumo.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el fentanilo es un opioide sintético, es decir, un medicamento analgésico, que puede llegar a ser hasta 50 veces más fuerte que la heroína y la morfina.
Esa organización explica que hay dos tipos de fentalino, por un lado, el que es fabricado ilícitamente y el farmacéutico que es recetado por especialistas médicos para tratar dolores incontrolables y en el caso puntual de tipos y etapas de cáncer.
En el caso del ilícito, ase puede encontrar en cualquier mercado de diferentes tipos de drogas, puede venir en varias presentaciones, entre ellas como líquido y como polvo. Según la entidad mencionada anteriormente mencionada, más de 150 personas mueren cada día por sobredosis relacionadas con opioides sintéticos como esta sustancia.
Con un consumo prolongado se puede volver adictivo., por eso es necesario usar las medidas indicadas, ni más ni menos de lo que su médico le recetó.
Este medicamento se usa para tratar el dolor del cáncer en pacientes de al menos 18 años de edad, ya que para menores se utiliza otro tipo de medicamentos. Este sirve para cambiar la manera en que el sistema nervioso y el cerebro responden al dolor.
Entre algunos de los efectos secundarios que puede ocasionar su consumo están: depresión, ansiedad, boca seca, dolor de pecho, dolor de espalda, inflamación en extremidades, sueños raros, cambios en la vista, dificultad a la hora de hacer las necesidades, pérdida de peso acidez, dolor estomacal, somnolencia, gases, acidez, entre otros.
Cabe mencionar que hay otros efectos de gravedad que si presenta, es importante que se dirija a su doctor inmediatamente. Alucinaciones, falta de apetito, debilidad o mareos, cambios en el ritmo cardiaco, espasmos o rigidez muscular intensa, ritmo cardiaco rápido, temblores, vómitos o diarrea, menstruación irregular, alucinaciones (ver cosas o escuchar voces que no existen), convulsiones, desmayos, dificultad para respirar o ingerir alimentos, sudoración, pérdida de coordinación, confusión, en el caso puntual de los hombres dificultades a la hora de mantener una erección, menos apetito sexual, sarpullidos, agitación, urticaria.
En ocasiones sucede que ciertos pacientes no usan las medidas exactas que les recetaron, ya sea por deseo o porque el dolor que padecen es tanto que suben la cantidad, pero esto puede tener como consecuencia, una sobredosis.
Si presenta confusión, incapacidad para responder a algún estímulo, dificultad para respirar, pupilas reducidas, mareos, respiración superficial y mucho sueño es porque tiene una sobredosis.