El menor de edad fue atacado con arma blanca por un adulto y su hijo.
Un menor de 16 años se encontraba con su mamá en una jornada de entrega de boletines en su colegio, Álvaro Gómez Hurtado, ubicado en la localidad de Suba de Bogotá, sin embargo, lo que no sabían era que les esperaba un trágico final.
De acuerdo con algunos testigos, el estudiante estaba en la institución recogiendo sus notas, en un momento decidió salir de las instalaciones, mientras que su mamá lo esperaba adentro.
Casi en la puerta del colegio, el adolescente se topó con un adulto y el que parecía ser su hijo. En ese momento hubo un cruce de malas miradas por lo que comenzaron a insultarse y a discutir.
Sin esperarlo, uno de los desconocidos sacó un arma blanca y lo lastimó gravemente. En ese momento de tanto revuelo, la acudiente salió y se dio cuenta de que su hijo estaba herido.
Con ayuda del vigilante la madre trasladó de urgencias a un centro asistencial a su hijo, pero a pesar de los esfuerzos, al llegar el ya no tenía signos vitales.
La Policía del sector de Aures capturó a los victimarios responsables de la muerte del menor y agentes de la Sijín iniciaron las investigaciones pertinentes para resolver qué fue lo que pasó.
Algunos residentes creen que ya había una inconformidad entre los señalados aunque ni la madre del joven ni su familia se han pronunciado al respecto.
En Bogotá la inseguridad ha incrementado exponencialmente, los casos de robos, asesinatos, feminicidios y desapariciones se han convertido en la cotidianidad de la ciudad. Por lo anterior, a través de redes sociales le han reclamado a la Alcaldesa Claudia López por no velar por la seguridad de las personas y por no hablar sobre lo que está sucediendo.
Entre los delitos que más se están presentando están las riñas y los robos o desapariciones, en los que la escopolamina es un elemento clave para que las víctimas pierdan el conocimiento. Estos contextos no sólo se presentan en las calles, ahora hay delincuentes que se suben al transporte público para engañar a las personas y así hurtarles sus pertenencias. Lo más preocupante de todo es que cada vez los grupos que se dedican a delinquir incluyen más y más personas en sus filas para que así sea más sencillo cumplir sus objetivos.