Las energías, preocupaciones y conexión con la otra persona, son esenciales para poder obtener ese clímax durante las relaciones sexuales.
De acuerdo con María Emilia Chávez, el orgasmo hace referencia a un tipo de descarga explosiva de tensiones neuromusculares que es acompañada de una sensación de placer intenso que puede llegar a alterar el estado físico y mental de una persona.
Asimismo, explica que el orgasmo femenino puntualmente “consiste en un pico sensorial, variable y transitorio, de intenso placer, que crea un estado alterado de conciencia, que inicia con salvas de contracciones involuntarias, rítmicas, de la musculatura pélvica estriada circunvaginal, con la presencia concomitante de contracciones uterinas, anales y miotonía; dichas contracciones resuelven parcial o totalmente el vaso congestión regional, sexualmente inducida, para devenir todo ello en una sensación ulterior de bienestar y contento”.
En el orgasmo interfieren e influyen factores psicológicos, emocionales, físicos y hormonales que en cada ser humano son totalmente diferentes.
Pese a que para algunas mujeres es normal tener orgasmos, hay otras que lamentablemente no consiguen experimentarlos y hasta existen casos de personas que nunca han sentido uno.
Son diversas las causas que producen que una mujer no llegue a ese clímax tan anhelado. En SoHo le presentamos algunas de las más comunes:
Cuando se está bajo los efectos del estrés, se produce un descenso en los niveles de andrógenos y estrógenos, estas hormonas son las que mayor influencia ejercen sobre el deseo y la respuesta sexual.
Así también, la falta de concentración y la poca atención en la intimidad hace que la experiencia sea muy poco satisfactoria. La idea es que se esté totalmente entregados al momento y que toda la energía esté enfocada a ese momento.
De acuerdo con los expertos de Durex, la lubricación vaginal tiene una función importante en las relaciones sexuales, ya que facilita la penetración y los movimientos que se dan en la intimidad. Aunque la lubricación debe ser natural, hay mujeres que, debido a determinadas causas, pueden tener dificultades para lubricar lo suficiente.
Para esto hay una solución bastante viable y estratégica, por un lado, se puede usar saliva, que es un elemento natural del cuerpo, o comprar lubricantes.
La disminución del interés en el sexo suele ser el resultado de problemas persistentes como la falta de comunicación y conexión con la pareja, conflictos o peleas sin resolver y poco conocimiento de los gustos y necesidades de la otra persona.
Así también hay ocasiones que por algunos medicamentos como las pastillas anticonceptivas se pierda el apetito sexual.
Hay factores directamente en el organismo que inciden en el proceso para llegar al clímax.
Por ejemplo, el vaginismo es la contracción involuntaria de los músculos inferiores de la vagina y es ahí cuando empiezan los dolores.
Ese dolor también puede aparecer por algún trauma físico como un parto o una episiotomía.