Nunca es tarde para experimentar y encontrar nuevas formas de sentir placer.
De acuerdo con un estudio realizado por la empresa de juguetes sexuales Lelo, las edades en las que más se practica la actividad sexual es entre los 30 y los 40 años.
Según la sexóloga, Valerié Tasso, en esas etapas de la vida las personas se conocen mejor “por dentro y por fuera y tiene claro lo que se quiere”. Asimismo, afirma que la mejor época para tener relaciones sexuales es cuando a la mujer le llega la menopausia porque se siente más liberación y no hay tanta presión.
Además, por medio de las encuestas que le hicieron a más de 10 mil personas de todo el mundo identificaron que: “Aproximadamente entre el 25 o el 30 % de personas no ha llegado nunca al orgasmo, sobre todo mujeres. Este fenómeno llamado anorgasmia, suele afectar más a las féminas y la razón principal es el desconocimiento del cuerpo femenino y, de nuevo, la falta de educación sexual. Para romper con esto, hablar de sexo en la escuela o en la familia es clave”.
Las caricias o estímulos en los puntos G hace parte de esas dinámicas que ayudan a llevar al clímax y a sentir placer al igual que las caricias.
Cuando se aumenta la edad es usual que se exista un tabú con respecto a las relaciones sexuales, pero lo que no muchos saben es que de acuerdo con varios expertos después de los 60 años es totalmente seguro disfrutar de la sexualidad.
De acuerdo con un estudio hecho en Estados Unidos, con aproximadamente 6 mil personas, cada 10 hombres entre los 75 y 85 siguen teniendo relaciones.
La salud es el factor más importante si en edades avanzadas se quiere seguir disfrutando porque aumenta el impulso, la iniciativa y el deseo, porque se tienen dos veces más probabilidades de tener interés que aquellas personas que están enfermas.
“Tenemos evidencias científicas suficientes para afirmar que una vida sexual activa a estas edades es sinónimo de un mayor nivel de salud física y mental, y, por tanto, de una mayor calidad de vida en general”, afirma el director del Instituto Sexológico Murciano (ISM), Jesús Rodríguez.
En caso tal de que sienta que la intimidad ya no es lo suyo, acuda a un terapeuta sexual y visite al médico por si tiene afecciones crónicas o si es necesario tomar algún tratamiento.