Nunca es tarde para experimentar y buscar nuevas formas de sentir y provocar placer.
Según la página oficial de Cuidateplus, entre más edad hay más conocimiento de nosotros mismos, de nuestros gustos, deseos, fantasías y en general de nuestro cuerpo.
Por eso, de acuerdo con varios expertos, entre los 30 y 40 años son las edades en las que más sexo se practica. Después de este grupo, siguen los de 20 a 30 años.
La sexóloga, Valerié Tasso asegura que esto es porque “a estas edades nos conocemos mejor por dentro y por fuera y sabemos lo que queremos, por lo que mantenemos más relaciones sexuales”.
Además, por medio de una encuesta que le hicieron a más de 10 mil personas de todo el mundo, identificaron que: “Aproximadamente entre el 25 o el 30 % de personas no ha llegado nunca al orgasmo, sobre todo mujeres. Este fenómeno llamado anorgasmia, suele afectar más a las féminas y la razón principal es el desconocimiento del cuerpo femenino y, de nuevo, la falta de educación sexual. Para romper con esto, hablar de sexo en la escuela o en la familia es clave”.
Asimismo, con los resultados identificaron algunas de las principales razones por las que a esta edad hay algunas personas que no tienen mucho deseo sexual. Está el estrés con un 57,46%, seguido de la preocupación por la imagen.
Según el urólogo y andrólogo Juan Pablo Burgués, el deseo sexual depende en su mayoría de los niveles de testosterona que haya en el cuerpo, por lo que si está debajo de lo normal, hay una tendencia a no tener muchas ganas de intimidad.
Así también, la alteración de otras hormonas como la prolactina o la tiroides o el consumo de medicamentos antidepresivos, para la próstata o en el caso delas mujeres, algunos anticonceptivos, pueden disminuir la líbido.
Y es que problemas tan cotidianos como el estrés laboral, el cansancio, las preocupaciones familiares o económicas, son algunas de las causas de este problema. Esto conlleva a que el hombre tenga menos fantasías o pensamientos sexuales, así como menor interés y que con esto se reduzca la frecuencia en la actividad sexual.
En caso de que la causa de esta reducción sea psicológica, se recomienda ir donde un especialista para que le practiquen terapias conductistas.
Si, por el contrario, es algo fisiológico, es posible que al ir a un doctor le recomiende el suministro de suplementos de testosterona, que puede ser en forma de cápsulas, por medio de inyecciones o de parches que se adhieren a la piel.