Pista de Bicicross. Pista de BMX "Carlos Ramírez", unidad deportiva El Salitre. Bogotá Septiembre 2 de 2021. Foto: Juan Carlos Sierra-Revista Semana. | Foto: Juan Carlos Sierra

Deportes

Carlos Ramírez y el bicicrós, una historia de amor a primera vista

Por: soho.co

Es doble medallista olímpico lo intentó con otros deportes en su infancia, pero no hubo nada que lo apasionara más que estar montado sobre una bicicleta.

El ciclismo siempre estuvo presente en la vida de Carlos Ramírez. Desde que tenía tres años, empezó a pedalear en una bicicleta sin rueditas y nunca más se volvió a bajar, aunque también practicó otros deportes, el BMX lo enamoró, pero no fue la pista o la ruta, que son las disciplinas más comunes en el país sino el bicicrós.

“Probé fútbol como todo buen colombiano, hice clavados, practiqué baloncesto y atletismo en colegio y bueno, pero una vez pasamos por una pista de bicicrós. En mi ignorancia como niño lo que vi fue un montón de tierra, entramos sin saber lo que era y me dijeron que podía entrenar a partir del siguiente año”, le relató Carlos a SoHo.

Y agregó: “El día que cumplí cinco me inscribí en semilleros, pero mientras esperaba estuve practicando con un familiar, así que creo que fue un amor a primera vista con este deporte y desde entonces seguimos luchando y soñando para ser mejor persona y deportista”.

Sin embargo, decidir tomar este camino y enfocarse en el deporte de alto rendimiento requiere de ciertos sacrificios. Carlos tuvo que dejar de lado la vida de adolescente, pues “muchas veces tocaba decirle que no a los planes de mis amigos porque al otro día había que entrenar o ir a alguna competencia. Aunque creo que se pueden hacer amabas cosas, siempre hay que poner el deporte adelante”.

Asimismo, tuvo que alejarse de su familia para poder seguir adelante con sus sueños y emprender un camino lejos de ellos. Si bien a sus 16 años tuvo la posibilidad de irse por tres años al Centro de Alto Rendimiento en Suiza de la UCI, el estar lejos de sus seres queridos fue otro reto que tuvo que afrontar para seguir madurando como deportista: “Mis papás y mi hermano son la base de lo que soy hoy en día. Y es que hay que decirlo, el primer patrocinio que tuve y el mejor que he tenido en toda mi vida se llama pama (papá y mamá)”, dijo Carlos.

Ya fue en la pista de El Salitre donde empezó a forjarse el sueño, ese de hacer ondear la bandera tricolor en un podio en una competencia internacional. Esa pista fue testigo de esos primeros pasos que lo llevaron a convertirse en un referente de este deporte, la que lo vio subirse una y otra vez al podio representando a Bogotá, ciudad que lleva tatuada en el corazón, sin importar el lugar en donde se encuentre.

Desde siempre ha sido disciplinado, es un atleta entregado completamente, al bicicrós. Ese trabajo se ve reflejado en la potencia que tiene al momento de embalar, cuando aparecen las rectas en la pista, lo que, además, le sirve para ganar puestos en los últimos suspiros de las carreras y que le ha hecho ganarse el apodo de “mago”.

Así ha evolucionado y así ha hecho que su figura empiece a tener recordación. Su primer gran paso, a nivel internacional, lo dio en el Mundial de Birmingham, Inglaterra, en 2012, donde se convirtió en campeón mundial junior, tras superar al estadounidense Maliek Blyndloss y al francés Léopold Tramier. Asimismo, en la carrera para los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro conquistó la medalla de plata en la contrarreloj de los Juegos Bolivarianos en el 2013 y el oro en los Centroamericanos y del Caribe 2014.

Precisamente, en Rio de Janeiro tocó el cielo con las manos al lograr la medalla de bronce. Logró un tercer puesto bastante luchado que hizo que todo un país sonriera, que viera en él la continuación de la posta que dejaba Carlos Mario Oquendo, quien también había logrado bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

“Como todos sabemos la de Río se definió photo finish y es una de las sensaciones más duras en el sentido que yo miraba y juraba que había quedado cuarto, aunque por dentro sentía que había sido tercero. Fueron minutos de espera eternos”, confesó el bicicrocista colombiano.

Luego de este gran sueño hecho realidad, Carlos no desentonó, en las Copas Mundo se ha subido al podio en varias ocasiones: en Papendal 2016; Santiago del Estero 2017; Shepparton 2020 y Bogotá 2021. Además, de la medalla de oro que logró en los Bolivarianos de Santa Marta 2017 y el bronce en los Suramericanos de Cochabamba. Con estos pergaminos llegó a Tokio 2020, donde, nuevamente, hizo que Colombia se bañara con un nuevo bronce en el BMX masculino.

Carlos Ramírez, bicicrocista del Equipo Colombia durante los Panamericanos de Lima 209 | Foto: 2019 Jam Media

Una segunda medalla que le dejó un par de enseñanzas y que reflejan la fortaleza que debe tener un deportista cuando carga con el peso de todo un país en sus hombros: “Tokio para mí fue un reto muy grande. Estuve lesionado un mes antes y durante los juegos también por una caída que tuve en una carrera de preparación, la cual se mantuvo muy callada hasta después de que pasara la meta”, contó Carlos.

“Mentalmente me pegó muy duro. La rodilla la tenía mal, pero tocó sobreponerse y pararse en ese partidor y hacer lo que he hecho durante toda mi vida. Nos la disfrutamos, aguantamos el dolor y valió completamente la pena. Fue en secreto bien guardado”, confesó.

Todos estos años en el profesionalimso le han permitodo a Carlos darse cuenta de la importancia de estar mentalemente preparado para todo lo que se venga, especialemtente, cuando se trata de lidiar con las lesiones: “Uno tiene que sobreponerse y entender que cuando la vida te pone un reto en el camino es para que aprendas algo, porque todo pasa una u otra razón”.

Su carrera ha estado llena de logros, de alegrías y de mucha resiliencia, porque también ha sabido superar lesiones y volver más fuerte. Por esta razón, su nombre está dentro de los 62 atletas que conforman el Equipo Colombia, iniciativa del Ministerio del Deporte junto con los Comités Olímpico y Paralímpico que busca garantizar las condiciones económicas, técnicas, sociales y científicas, para satisfacer las necesidades específicas de con miras a París 2024.

“Yo creo que es una estrategia muy bacana. El que escojan un equipo con el que sueñan llegar a unos Juegos Olímpicos, que nos apoyen, aunque yo tengo que decir que siempre me he sentido muy apoyados por parte de ellos, entonces es algo muy bueno que está viviendo el deporte colombiano. El deporte une al país y lo paraliza cada vez que un deportista compite y en Tokio que no hubo publico sentimos que nos estaban gritando a través de sus pantallas”, aseguró Carlos sobre este trabajo que se viene haciendo.

Ahora que está recuperándose de la última lesión que tuvo en su muñeca izquierda, Carlos no puede esperar a poder subirse en una bicicleta otra vez y sentir esas mariposas que se sienten cuando pasa los montículos y se eleva por los aires.

Su meta está puesta en volver a ser medallista olímpico porque sabe que puede dar mucho más y, además, poder terminar sus estudios de administración de empresas, ya que tiene muy claro que la vida de un deportista llega hasta cierto punto y hay que pensar en el futuro. “De todas formas, esto no quiere decir que ya no vaya a haber Carlos Ramírez, porque sueño con estar por más tiempo en este deporte y seguir vistiéndome con el uniforme de Colombia para mostrarle al mundo de lo que estamos hechos”.

CONTENIDO RELACIONADO

Deportes

La enfermedad que acabó con la vida del padrastro de James Rodríguez

Deportes

Win Sports tuvo que transmitir Junior-Millonarios con un dron y las críticas no se hicieron esperar

Deportes

FIFA 23: así puede descargar la app oficial para Android e iOS

Deportes

¡No corra riesgos! Un entrenamiento adecuado le evitará una lesión y un tiempo fuera de las canchas