Definida como la “más rica”, esta posición logrará que tanto el hombre como la mujer tengan un estímulo que los llevará al paraíso.
Las relaciones íntimas ya sean en pareja o en un acuerdo sin compromiso son una de las prácticas más placenteras y beneficiosas para el cuerpo humano, pues no solo se trata de pasarla rico sino que también ayuda a liberar estrés e incluso es un gran método para hacer ejercicio.
Aunque hay decenas de posturas sexuales, muchas veces a la hora de ponerlas en acción se ejecutan las mismas de siempre eliminando las posibilidades explorar cosas nuevas en la cama y llevar al límite la imaginación.
En el caso de las parejas, es recomendable innovar en la intimidad para que la relación no se torne monótona, puesto que al convertirse en una práctica rutinaria, en la que no se hagan cosas diferentes, el sexo puede dejar de parecer interesante o incluso podría quedar abierta la puerta de la infidelidad buscando algo diferente.
Para evitar que esos escenarios extremos nublen su relación, usted puede poner en práctica algunas posiciones divertidas que además de ser innovadoras le permiten alcanzar el paraíso. A pesar de son demasiadas posibilidades las que usted tiene para ser creativo en la intimidad, hay varias posturas que pueden ser extremas o incluso peligrosas.
Sin embargo, hay otras que pueden ser muy sencillas y eficientes para generar sensaciones que lo pongan al límite del placer.
La coloquial expresión de “cerrar con broche de oro” se usa para referirse a todo aquello que tenga tanto éxito y sea ideal para finalizar un evento, por lo tanto, la posición del ‘broche de oro’ la pueda implementar para sorprender a su pareja antes de terminar viniéndose.
Esta postura sexual puede ser realizada de manera muy sencilla, puesto que es cómoda y efectiva para lograr que la estimulación de hombres y mujeres sea exitosa y ambos logren llegar al clímax estando juntos durante la penetración.
Para realizarla la mujer debe estar recostada en la cama con la espalda sobre el colchón o sobre la superficie en la que guste hacerla, pero debe aplicar una pequeña variación puesto que debe girar la cadera y las piernas hacia el costado para tener una especie de cucharita.
Por su parte, el hombre debe acomodarse detrás del trasero de la mujer y sosteniendo la cadera de ella, se deberá sentar con las rodillas sobre la superficie en la que se encuentre. El hombre deberá abrir sus piernas y de esa manera podrá penetrar a la mujer, quien a su vez tendrá las piernas cerradas.
De esa manera, el hombre sentirá que la cavidad vaginal de la mujer es más pequeña porque estará apretada y la mujer por el movimiento recibirá una estimulación en el clítoris. Así, ambos llegarán al placer máximo juntos.