En esta práctica lo más importante es el placer, el respeto y el consentimiento mutuo.
De acuerdo con el sitio web oficial de Salud Masculina, el sadomasoquismo hace referencia a una conducta que consiste en emplear dominación para que se desencadene placer y excitación durante el sexo.
Algunas parejas lo han comenzado a implementar en su intimidad con el objetivo de salir de la rutina y aunque no muchos se atreven a hacerlo todo se debe basar en el respeto, los límites y el mutuo consentimiento.
En ocasiones, este tipo de interacción se convierte en un simple juego de interpretación de roles. Sin embargo, el dolor o lo “fuerte”, siempre será la fuente de deseo. De hecho, esta conducta sexual implica dos conceptos de dolor:
- Dolor físico: se puede provocar por quemaduras con velas, pellizcos, ataduras realmente fuertes, golpes y bofetadas durante el acto sexual, además de mordiscos en la zona genital y en todo el cuerpo.
- Dominación: todo tiene que ver con la obediencia. El bondage, por ejemplo, requiere que haya ataduras en las manos y en los pies, vendas en los ojos o mordazas en la boca. Aquí lo importante es que haya un dominado y un dominante.
Estas son algunas prácticas sadomasoquistas si es un aprendiz:
1. Azotar: hay muchas personas que se excitan al ser azotados o al azotar a alguien en la retaguardia, así que hágalo sin miedo, pero con precaución, ya sea con la mano o con un juguete sexual.
2. Vendar los ojos: quítele a esa persona uno de los sentidos más importantes del ser humano, la vista. Esto hará que sienta curiosidad y que todo lo que haga la coja desprevenida.
3. Inmovilizar: puede atar a su pareja a la cama o simplemente de manos y pies para experimentar que sea dominada.