Yenny Álvarez, una pesista a la que el deporte le dio una segunda oportunidad

Yenny Álvarez más que campeona es una deportista que lleva a flor de piel sus sentimientos, que no se calla nada, critica cuando tiene que hacerlo, alaba cuando la ocasión lo amerita y, sobre todo, se preocupa y quiere que las personas que la rodean siempre se encuentren bien.

La historia de Álvarez tiene como epicentro Cali, donde nació; López, Cauca, donde vivió con sus abuelos, y Bogotá, donde encontró en el deporte un refugio para aliviar la tristeza de la muerte de su madre: “Fue difícil afrontar la muerte de ella porque tan solo tenía 11 años, pero le pedí a Dios que me ayudara a salir adelante y se me presentó esta oportunidad tan hermosa que tanto me apasiona”, le contó Jenny a SoHo.

Álvarez conoció lo que era el levantamiento de pesas desde que era una niña. Con tan solo 13 años, mientras estudiaba en el Colegio de Ciudad Bolívar, Argentina, en la capital de la República, le hicieron la invitación para practicar este deporte. Aunque al comienzo la percibió como una actividad más relacionada a los hombres terminó aceptándola y fue fundamental para enfocarse en otros aspectos de la vida y empezar a dejar, en el pasado, la melancolía que la carcomía.

“El deporte fue ese horizonte que necesitaba para salir adelante y sacara a mi familia adelante, entonces fue la mejor salida. Nos brinda buenas oportunidades y nos da un mejor futuro”, aseguró Álvarez.

Darwin González fue quien la empezó formar, a llevarla de la mano en ese proceso largo. Él fue quien la impulsó, la que la hizo encontrar un camino para demostrar toda su determinación, además de encontrar una vía para convertirse en un claro ejemplo de la fuerza que tiene la mujer colombiana: “En el deporte encuentro esa salida a los problemas, es una terapia que, también, me enseñó a afrontar las dificultades con la cabeza en alto, a salir adelante sin importar los obstáculos. Representa lo más importante en mi vida”, dijo con esa seguridad que la caracteriza.

Con 14 años y con el apoyo constante de González, Álvarez demostró esa capacidad y fuerza que la caracterizan. Se coronó campeona departamental, el primer paso de un camino que empezó a darle unos frutos enormes como si fuera una recompensa por el dolor que tuvo que vivir. El bálsamo del trabajo duro, de la concentración.

Cuatro años después, su proceso dio ese paso gigante de enfrentar a las mejores del continente en el Campeonato Panamericano del 2013 en México. Esa fue su primera experiencia en un evento de mayores y aunque no ganó, sí fue el reto que estaba esperando para demostrarse que su capacidad iba más allá de la categoría juvenil.

El proceso continuó y su determinación la hizo alcanzar nuevas metas. Gracias a su dedicación y motivada por sacar adelante a su familia, consiguió ser tercera en el Mundial de Almaty en 2014, así como ser campeona de los Juegos Suramericanos y los Juegos Centroamericanos de este mismo año.

Sin embargo, la vida le trajo consigo una prueba por la que ningún deportista quiere pasar. En el 2015 le salió una muestra adversa en los Panamericanos Juveniles, razón por la que tuvo que hacer un parón en su carrera.

Aunque es una situación que no le gusta recordar, Álvarez sabe que haber pasado por ese proceso que ella no cometió, “me sirvió para formarme, mejorar, llegar más fuerte”. Y agregó: “Lo importante es no dejarnos derrumbar por la primera prueba que venga y mantenernos firmes”.

En esta segunda oportunidad que le dio el deporte, su regreso fue por lo alto. Ganó la medalla de plata en el mundial Thasken 2021, fue campeona panamericana, en el mismo año, y, de los Juegos Bolivarianos Valledupar 2022. Ahora ve más allá y sus objetivos son claros: “Quiero ser campeona mundial y olímpica y, además, continuar siendo un ejemplo para las nuevas generaciones”.

Y es que su mentalidad no le permite pensar en menos, porque está hecha para brillar. “Para regresar al más alto nivel lo importante es tener confianza, esas ganas de continuar. Soy muy creyente y eso es lo que me ha mantenido en pie. Así que voy para adelante, estoy segura de que todo lo puedo lograr”, destacó.

Esos resultados que ha demostrado han sido fundamentales para que su nombre se incluyera dentro del listado de 62 atletas que hacen parte del Equipo Colombia, iniciativa liderada por el Ministerio del Deporte, que busca garantizar las condiciones económicas, técnicas, sociales y científicas, para satisfacer las necesidades específicas de preparación y competición con miras a París 2024.

“Yo estoy muy agradecida con el Ministerio por brindarnos las herramientas y comodidades para cumplir con esos objetivos que tenemos como deportistas. Desde ya nos estamos preparando para París 2024 y, de la mano del profesor Luis Carlos Arrieta estgamos trabajando en nuestras debilidades y en la fortaleza mental para cumplir con los objetivos que nos hemos trazado”, enfatizó Álvarez.