Según la ciencia, ¿existe algún límite de edad para tener relaciones sexuales?

La vida sexual es un asunto bastante privado que en realidad a lo largo de la vida nunca se le debería dejar de prestar atención. Son múltiples los beneficios que tiene la intimidad, desde físicos hasta mentales.

Con el paso del tiempo se ha creado un tabú e invisibilidad con respecto a las relaciones sexuales cuando se aumenta la edad, pero lo que no muchos saben es que de acuerdo con varios expertos después de los 60 es totalmente seguro que se puede disfrutar de la sexualidad.

De acuerdo con un estudio hecho en Estados Unidos, con aproximadamente 6 mil personas, cada 10 hombres entre los 75 y 85 siguen teniendo relaciones.

Cabe resaltar que la salud es el factor más importante si en edades avanzadas se quiere seguir disfrutando porque aumenta el impulso, la iniciativa y el deseo, porque se tienen dos veces más probabilidades de tener interés que aquellas personas que están enfermas.

“Tenemos evidencias científicas suficientes para afirmar que una vida sexual activa a estas edades es sinónimo de un mayor nivel de salud física y mental, y por tanto de una mayor calidad de vida en general”, afirma el director del Instituto Sexológico Murciano (ISM), Jesús Rodríguez.

En algunos casos es probable que al aumentar de edad comiencen a aparecer problemas como la disfunción eréctil o la falta de libido por parte las mujeres, sin embargo, hoy en día existen muchas herramientas para solucionar estas dificultades, es decir que la edad no es una razón para dejar de disfrutar del sexo.

Además es importante tener una buena comunicación y apoyar a la pareja para que ambos se sientan empoderados y con la confianza de que todavía pueden darle placer al otro.

Según los expertos también hay que ponerle mucha atención a las dinámicas del día a día, evitar caer en la rutina, sorprender al otro, ser afectuosos con palabras, hacer actividad física y evitar el alcohol y el tabaco.

Así mismo, es importante trabajar en la seguridad de cada uno, dejar los miedos a un lado y sobre todo dejar de ponerle atención a los paradigmas que impone la sociedad de que después de cierta edad no se pueden tener relaciones sexuales.

En caso tal de que sienta que la intimidad ya no es lo suyo, debería ir a un terapeuta sexual y claramente visitar al médico por si tiene afecciones crónicas o si es necesario tomar algún tratamiento.