Para los infieles, estas son algunas claves para tener buen sexo sin enamorarse

En la historia tener amantes no siempre ha sido reprobado, hasta ha habido épocas en que la infidelidad, sobre todo por parte de los hombres, ha sido aplaudida.

La mayoría de personas que son infieles lo hacen para lidiar con vacíos o conflictos que hay con la otra persona. Encuentran en la amante o el amante una forma de escapar de su rutina.

Y aunque se supone que cuando alguien busca un amante en la mayoría de las ocasiones solo es para tener relaciones sexuales, es inevitable empezar a sentir cosas, sobre todo cuando los encuentros extramatrimoniales son muy seguidos.

Enamorarse de un amante puede ser bastante perjudicial, tomarle cariño, empezarse a preocupar por esa persona es todo un error, pero llega a ser algo casi inevitable, porque uno no decide qué sentir.

Esto puede empezar a afectar bastante la relación oficial, se puede dejar de ser tierno, detallista, amoroso, ganoso y caliente con la pareja porque en la mente está esa otra persona y a veces el remordimiento y las dudas pueden aparecer.

Causas más comunes de la infidelidad

1. El aburrimiento y la rutina.

2. Falta de gratificación sexual

3. La curiosidad.

4. Traumas no resueltos.

5. Falta de amor y cariño.

6. Muchas discusiones.

7. Carencias afectivas.

8. Necesidad de mucha más atención.

9. Ganas de experimentar.

10. Deseo de equivocarse.

11. Venganza por otra infidelidad.

¿Cómo no enamorarse de su amante?

En diálogo con El Espectador, la sexóloga Julieth Dipietro reveló algunas reglas que se deben tener en cuenta a la hora de tener encuentros sexuales sin “meterle corazón”.

1. Borre Casette como Maluma: “Llegue a la casa, báñese, acuéstese y borre cassette, es la mejor manera de olvidar lo que sucedió y no le bote corriente a los pensamientos, a lo que sucedió”.

2. “Después de tener el encuentro sexual; no haga las 99 llamadas de ¿cómo estás? A la persona, no la sature, no le insista para hablar con este. Deje que lo asimile, extrañe y hasta desee un nuevo encuentro”.

3. “Aterrice ese avión llamado sentimientos, manténgase en la realidad. Tenga esa voz que no es su subconsciente que la aterrizará a tierra firme”.

4. Disfrute ese encuentro como si fuera el último y no se fuera a repetir.