23 de marzo de 2022
Selección Colombia
La ‘veraneada’ de la Selección Colombia en las Eliminatorias de Catar 2022
La cantidad de buenos delanteros que tiene el país es inversamente proporcional a los goles que ha marcado el equipo de Reinaldo Rueda. Conozca cómo ha sido la sequía que tiene a la tricolor al borde de la eliminación.
Por: soho.coLa Selección Colombia está negada para el gol, han pasado 646 minutos desde que cantamos esa bonita palabra. Ni Falcao García, Duván Zapata, Miguel Ángel Borja, Luis Fernando Muriel o Rafael Santos Borré, entre tantos otros delanteros que han estado convocados para los partidos de las Eliminatorias rumbo al Mundial de Catar 2022, han sido capaces de romper ese verano traidor que preocupa y, además, que ha llevado a que los dirigidos por Reinaldo Rueda estén pensando en ver el mundial solo por televisión.
Aunque en un principio parecía que esto no sería para armar una tormenta en un vaso de agua, los resultados fueron generando una gran preocupación en el equipo y en los aficionados, quienes veían cómo se iban perdiendo puntos importantes en casa y la clasificación por tercera vez consecutiva a una Copa del Mundo, ahora sin Pékerman que nos llevó a Brasil 2014 y Rusia 2018, se comenzaba a embolatar.
Uruguay, el inicio de una sequía histórica
El 9 de septiembre de 2021 pasadas las 7 de la noche fue la última vez que Colombia marcó un gol, fue el ya lejano 3-1 frente a Chile. La pesadilla comenzó a la fecha siguiente frente a Uruguay, en un partido clave para seguir en la pelea y sacarle ventaja a un rival directo y no parecía que este partido se fuera a convertir en el inicio de esa pesadilla, a pesar del 0-0 que permitió sumar un punto como visitante. Nada mal teniendo en cuenta que fue a domicilio.
En los siguientes dos partidos, ante Brasil y Ecuador, ambos de local, la suerte no estuvo a favor de la selección ‘cafetera’ y los delanteros volvieron a fallar en su intención de poner a celebrar a todos los colombianos. Dos puntos de seis ante estas selecciones con un marcador a ceros que, aunque en el país se intentó tomar con calma, ya llenaban de muchas dudas a los jugadores y a todo el país.
Y llegó uno de los peores escenarios. Colombia con la necesidad de sumar tres puntos para no quedarse rezagado en la pelea por un cupo al Mundial de Catar, pero nada más y nada menos que en la visita a la todopoderosa Brasil. ¿El resultado? Una derrota más con el agravante de no haber podido anotar y con los delanteros desaprovechando las pocas opciones que generaban.
A pesar de que la esperanza seguía viva, un nuevo empate en casa ante Paraguay hacía pensar a los colombianos que era mejor pensar en el próximo día sin IVA para comprar el televisor y ver la Copa del Mundo, antes que comenzar a planear el viaje a Catar, tal y como miles ya lo habían hecho para alentar a ‘La Tricolor’ desde territorio brasilero y ruso.
La pesadilla no para
Algunos guardaron la esperanza, pues pensaban la fácil. “¿Cómo no le vamos a ganar a Perú en Barranquilla?”, se escuchaba en las calles, pero como al que no quiere caldo se le dan dos tazas y hasta tres, Colombia desaprovechó un sinfín de posibilidades para llevarse los tres puntos y no solo aumentó los minutos sin marcar gol, sino que terminó perdiendo sobre los minutos finales y con los hinchas recriminándoles a los jugadores su falta de actitud. Un problema más que se sumaba.
Ahora bien, en este punto, con más de 500 minutos sin celebrar, ese positivismo que caracteriza a los colombianos salió aún más a flote y hubo cierta sensación en algunos en que contra Argentina íbamos a romper esta maldición y, además, a vengarnos de lo sucedido en las semifinales de la Copa América.
Sin embargo, no hay que mentir, desde hace mucho tiempo Colombia vive del 5-0 y a eso se aferran los aficionados para creer en que hay con qué derrotar a la ‘Albiceleste’, pero con delanteros sin confianza y efectividad a la hora de definir, no hay nada que valga. El aterrizaje forzoso a la realidad: una nueva derrota con el gol de Lautaro Martínez y la selección cafetera con el puñal en la garganta a punto de ser aniquilada, además de empatar la seguidilla de siete cotejos sin convertir por Eliminatorias que sufrió Venezuela entre 1997 y 2000. El mayor antirecord.
Colombia aún no está muerta y guarda la esperanza de que contra Bolivia los delanteros se quiten ese bulto de sal que cargan en las Clasificatorias, y puedan sumar tres puntos que lo mantengan conectado al respirador artificial de cara a la última fecha contra Venezuela. No será tarea fácil, pues los de Rueda llegan con una presión alta y, quizá, en las gradas del Metropolitano lo sientan, mientras que los bolivianos saltarán al campo de juego siendo jueces, pero sin nada qué jugarse al estar eliminados.
Lo mejor será no ilusionarse. Ya son siete partidos en las mismas y el resultado siempre fue un pelotazo en toda la cara. Parece que muchos quisieran estar viviendo una veraneada sexual, como es de tortuosa, a la que tiene la selección Colombia con el gol. Pero parece que la ansiedad aumenta y nos sigue castigando en la peor de las rachas.
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