La pésima experiencia de los Guns N’ Roses en Colombia que esperan no repetir 30 años después

Una de las bandas más icónicas de rock and roll confirmó su regreso a Colombia. Luego de que los Guns N’ Roses cancelaran su presentación en el Estéreo Picnic por cuenta de la pandemia del coronavirus, la cual obligó a modificar el cartel de este evento, la banda estará una vez más en el país y, sin duda, todos esperan, incluidos sus miembros, que todo fluya con mucha más tranquilidad que aquella vez en la que estuvieron en Bogotá en 1992.

Aquel año, cuando en el país reinaba el narcotráfico de la mano de Pablo Escobar, tanto Axl Rose como Slash y el resto de la banda, así como todos los seguidores, vivieron una fuerte experiencia que no querrán repetir el próximo 11 de octubre cuando vuelvan a pararse en el escenario del Estadio Nemesio Camacho El Campín.

Y es que la locura que levantó la presentación de los Guns N’ Roses en Bogotá a comienzos de los años 90, por cuenta de todos los inconvenientes que se vivieron para que pudieran llegar a la capital colombiana fueron una pesadilla que nadie querrá repetir. Mucho menos con esta grupo de roqueros que llevan hipnotizando a todos los aficionados de este género musical durante años.

Pero dejémonos de rodeos y ahora sí vamos al grano. ¿Qué fue lo que sucedió para que este concierto terminara siendo un caos? Pues varias cosas, las cuales terminaron generando un efecto dominó que terminó con los miembros de la banda siendo interrogados en el aeropuerto por un posible tráfico de drogas, según contó Julio Correal en una entrevista para Vice, uno de los involucrados en traer a la banda en el año 92.

Aunque las cosas comenzaron a fluir de una manera tranquila y con la ilusión de tener a los Guns N’ Roses en Colombia, poco a poco el castillo de naipes se fue derrumbando. Primero, luego de tenerlos confirmados, la plata empezó a escasear y, en Venezuela, el golpe de Estado que se dio, llevó a que el avión que traía los equipos de la banda quedara varado en el aeropuerto. Sin embargo, todo pudo solucionarse y la aeronave llegó a Bogotá.

Ya en la capital, donde fueron recibidos por un turba de seguidores, todo fue un caos. En el hotel, a donde llegaron en una ‘pea’ tremenda, a la novia de Axl Rose y a él le halaron el pelo, además de tocarle la cola. No obstante, eso no era nada por lo que preocuparse cuando había pasado algo peor.

En El Campín, donde ya tenían todo montando para la presentación de Slash y el resto de su combo, el techo de la tarima terminó yéndose al piso, afectando la iluminación que estaba preparada, lo cual obligó a la cancelación de una de las fechas en las que iban a tocar. Pero para empeorar las cosas, el día del concierto también hubo desmanes a los alrededores del estadio y, ante tanto voltaje, el coronel de la policía encargado de la seguridad sufrió un infarto dentro de una tanqueta mientras patrullaba la zona.

Ahora bien, para empeorar las cosas, la lluvia hizo presencia y, nada mejor que durante una de las canciones más conocidas de la banda, “Novermber Rain”. Claro, un escenario para no olvidar, pero para la banda fue un peligro, pues corrían el riesgo de electrocutarse. Si bien en aquel momento la banda decidió retirarse prometiendo que volverían, lo cierto es que no lo iban a hacer.

Al final, según recordó Correal en Vice, entre otras de estas anécdotas, la huida del grupo de rock llevó a que uno de los socios llamara a la torre de control del aeropuerto y asegurara, “los Guns N’ Roses van forrados en droga”. Esto, sin lugar a dudas, llevó a que el avión fuese interceptado por la Policía Antinarcóticos y les hicieran una requisa bastante profunda.

La banda estadounidense espera poner, una vez más, a rocanrolear a todos los bogotanos, tal y como lo hizo hace 30 años. Sin embargo, la confirmación de su regreso ha puesto a vibrar a todos los aficionados del rock, quienes desde ya sueñan con pasar una noche inolvidable acompañados con Axl Rose, Slash, Duff McKagan, Dizzy Reed, Richard Fortus, Frank Ferrer y Melissa Reese.