12 de agosto de 2022
Actualidad
La fiesta s3xual y secreta en Bogotá que terminó en tragedia
Los eventos de este tipo están llenos de excesos y misterios por lo que cualquier crimen puede ocurrir.
Por: SoHoMyriam Guerrero Villamizar, era una mujer originaria de Cúcuta, pero por su alto estrato social y su ascendencia, era llamada ‘la francesa’. La mujer era sobrina de un importante miembro del Parlamento en Norte de Santander, Jacinto Rómulo Villamizar, pero a pesar de que su familia vivía en la capital de ese departamento ella decidió ubicarse en Bogotá.
Villamizar vivía en el apartamento 301 de un prestigioso edificio ubicado al norte de la ciudad, más exactamente en el barrio Antiguo Country, en la localidad de Chapinero, donde tenían lugar fiestas sexuales y orgías que organizaba la mujer. Aunque la residencia no era de su propiedad, ella se la rentó a Hernán Velazco, un millonario venezolano que adquirió la propiedad pero no podía vivir en ella porque debía vivir a no más de 200 kilómetros de Venezuela por problemas con la justicia.
Todo este caso data de 1963 y fue reseñado por Felipe González Toledo, escritor y experiodista, en su libro 20 crónicas policíacas. El misterio comienza en la semana del 23 de julio de 1963 cuando como por costumbre, Myriam organizó sus escandalosa fiestas sexuales que incomodaban a los vecinos.
Pese a que se desconoce mucho sobre lo que pasaba dentro de ese apartamento ubicado en la calle 85, el sábado 27 de julio se desató el caos, cuando la policía recibió una llamada en la que les anunciaban que “en el 301 hay una francesa muerta”.
Sin embargo, el periodista que relató los hechos, encontró una segunda versión en la que un coronel retirado identificado como Ochoa, que además era amigo de la mujer, tenía llaves del apartamento y durante esa semana intentó entrar a la casa de Myriam para visitarla, pero la puerta estaba bloqueada.
En medio de la incertidumbre, Ochoa avisó a las autoridades, quienes llegaron a la vivienda el 27 de julio de 1963 y entraron a la fuerza encontrando en la habitación el cadáver de Myriam, que ya emitía un olor espantoso y tenía un disparo en la sien.
De manera inmediata iniciaron las investigaciones, por lo que lo primero que se hizo fue buscar el arma homicida sin tener éxito, pues esta desapareció. En medio del misterio, se capturó a personas como el coronel Ochoa, un amante que tenía la mujer que era identificado como Omar Laverde, Manuel Araque, quien fue el hombre que avisó que había “una francesa muerta”, el venezolano propietario de la residencia y el esposo de Myriam que, aunque estaban separados, era sospechoso porque tuvo un relación muy problemática con ella.
Sin embargo, ninguno de ellos era culpable del hecho, pues una mujer que fue denominada ‘Dama X’ que era una mujer de clase alta y amiga de Myriam, declaró con detalle cómo era su amiga y se concluyó que la muerte había sido un suicidio, pues tal como declaró la ‘Dama X’, Myriam tenía actitudes suicidas y cargaba un revolver en el bolso.