La ciberguerra comienza: hackers rusos tumbaron la página de Anonymous

El dolor de la guerra avanza mientras las fuerzas de Rusia ahondan en sus esfuerzos para tomar Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, que está resistiendo una ofensiva aérea de gran escala.

Las fuerzas del presidente ruso, Vladímir Putin, no solo tienen que enfrentar la feroz resistencia de Ucrania, sino que enfrenta también la compleja ciberguerra contra el colectivo de Anonymous, que recientemente secuestró varias de las páginas oficiales del Kremlin .

Sin embargo, este miércoles RT en Español confirmó que el grupo de hackers ruso conocido como Killnet hackearon el sitio web de Anonymous. La evidencia se puede comprobar debido a que el sitió oficial del colectivo se encuentra caído.

Hackers rusos tumban Anonymous:

Cabe recordar que recientemente Anonymous tumbaron varios medios de comunicación rusos, el Ministerio de Defensa y la Duma estatal, equivalente al Congreso.

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“Tenemos operaciones en curso para mantener fuera de línea los sitios web del gobierno de Rusia y para enviar información al pueblo ruso para que pueda estar libre de la máquina de censura estatal de Putin”, aseguraron los populares hackers a través de su cuenta de Twitter.

Rusia invade Ucrania: cifras actuales de los muertos en el conflicto

Aunque en teoría para Rusia, Ucrania era vista como un enemigo menor, el costo militar que está pagando el gobierno del presidente Vladímir Putin en su intento de invasión es enorme. Por su parte, Ucrania sigue resistiendo la aterradora ofensiva rusa con la valentía propia del que no tiene nada que perder.

Desde Moscú se reportan 498 soldados muertos y 1.597 heridos. En Ucrania la cifra de muertos ya es de más de 2.000. Mientras las tropas rusas siguen rodeando Járkov, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó con 193 votos a favor una condena pública a Rusia por su avance en Ucrania con la demanda de hacer una retirada inmediata.

Por su parte, los ataques que ha recibido Járkov en medio de la lucha de civiles, bomberos, médicos y militares, fue condenado por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, como “crímenes de guerra”.