El escalofriante relato de dos abogadas que se subieron a un taxi y vivieron su peor pesadilla en Bogotá

En lo que va del 2022 se han conocido varios casos de robos, desapariciones y asesinatos en la capital del país. Los ciudadanos tienen una percepción de inseguridad más alta que nunca y es que no es solo una interpretación, ya que en ese año ha habido un incremento de hurtos y atracos del 17 %.

Tan solo en los primeros tres meses del año se confirmaron 302 hurtos al día. “Este tipo de situaciones no han generado los resultados esperados por la ciudadanía. Lo que comúnmente vemos son medidas tomadas a la ligera”, expresó el experto en seguridad Henry Vargas en diálogo con Semana.

Uno de los casos más recientes de inseguridad se presentó en la madrugada de este martes, cuando dos mujeres tomaron un taxi en la reconocida Zona T de Bogotá, específicamente en la calle 85 con 11.

Las abogadas se encontraban disfrutando en un bar de la zona y decidieron irse en un “amarillo”, sin embargo, no esperaban que una gran noche se convirtiera en toda una pesadilla.

“Eran la 1:40 de la mañana, cogimos un taxi en la calle porque todas las aplicaciones estaban colapsadas”, explicó Viviana Bernal, una de las mujeres afectadas a Noticias Caracol. Al subirse al vehículo el taxista empieza a dirigirse al sur, se detuvo en la calle 76 y ahí comenzó el “horror”.

“Mi amiga le dice: ‘Venga ¿es que se perdió?’. Ahí aparecen dos tipos y abren las puertas. Nosotras forcejeamos, se me partieron dos uñas, el pie lo tengo negro, tratamos de defendernos al máximo, pero lamentablemente al final nos redujeron. Nos pusieron dos cuchillos en el cuello”, explicó la víctima al noticiero.

Fueron aproximadamente 45 minutos en los que les dieron vueltas y vueltas en el carro, mientras que les quitaban dinero de sus cuentas bancarias, Nequi y Daviplata. Afortunadamente, según lo relatado, ninguna tenía mucho dinero, por lo que materialmente hablando no se vieron tan afectadas a diferencia de su salud mental, ya que quedaron realmente traumadas.

Posteriormente, las dejaron en puntos diferentes en la localidad de Barrios Unidos y allí pudieron comunicarse con las autoridades. Uno de los aspectos más humillantes para una de las víctimas fue que al bajarse, uno de los delincuentes la nalgueó sin su consentimiento.

Bernal agradeció el hecho de que en este caso no fueron violadas, ya que tienen conocimiento de los índices de abuso sexual en los atracos y clamó porque se le ponga más atención a la seguridad y que haya más justicia por parte de los entes de control de la ciudad.