El grosero gesto de la esposa de Duque con uno de los hijos de Petro

De ‘grosera’ están señalando a María Juliana Ruiz, esposa de Iván Duque por su despedida de la casa blanca vestida de negro y es que en vídeo quedó registrado como dejó al hijo del mandatario con la mano estirada.

Duque y Ruiz salieron junto a su equipo de trabajo, luego de cuatro años de gobernar juntos y con miles de críticas respecto a su trabajo de la Casa de Nariño. Un momento crucial que se da en la ceremonia de posesión es cuando llegan a la Casa Presidencial.

Justo en ese momento, donde la familia que se va ‘le entrega’ a la que llega la Casa, hacen un acto de cortesía de saludo de manos y besos, como parte del acto de posesión y siempre lo han hecho así.

En su paso hacia la salida, las más de diez mil personas que estaban en la Plaza de Bolívar dejaron saber el descontento social del mandato de Duque con chiflidos y bulla. Mientras que a Gustavo Petro y a sus familiares le dieron la bienvenida con aplausos y gritos de felicidad.

El electo presidente llegó junto a su bella esposa, Verónica Alcocer, quien lució muy elegante y llamó la atención de muchos, así mismo, lo acompañaron sus hijos, Andrea Petro, Antonella Petro, Sofía Petro, Andrés Petro junto a su pareja y Nicholas Alcocer Petro.

En el corto momento de ‘despedida y saludo’, Iván Duque saludo a cada uno de los miembros de la familia de Petro, sin embargo, curiosamente su esposa María Juliana Ruiz no lo siguió -como usualmente se hace-, Ruiz solo saludó a Petro, a Alcocer y a la menor de las hijas.

Muchos empezaron a cuestionarse sobre qué fue lo que le sucedió a María Juliana que no siguió a Duque con el protocolo. En ese sentido, llamó aún más la atención que el hijo mayor, Nicolás Alcocer quedó con la mano estirada. Luego, por poco se cae una de las exfuncionarias del gobierno de Duque que también quedó en el vídeo.

Acto seguido, el nuevo presidente sorprendió al público luego de pedir que le trajeran la espada de Simón Bolívar (figura destacada de la emancipación hispanoamericana).

“Como presidente de Colombia, le ordenó a la Casa Militar traer la espada de Bolívar a con la orden del mandato popular y de este mandatario”, indicó. Luego hizo el juramento con Francia Márquez.

En seguida llegó la espada del libertador en una urna de cristal y así, Petro se animó a dar su discurso. “Esta espada representa demasiado para nosotros, para nosotras, y quiero que nunca más esté enterrada, retenida. Que solo se envaine, como dijo su propietario, cuando haya justicia en este país. Que sea del pueblo. Venimos de esas heridas viejas, venimos de esos campesinos, de esos desarraigados, desplazados... de esos abandonados. Vamos a intentar sanar esas heridas, a eso vinimos hoy”, concluyó.