4 de abril de 2022
Actualidad
Usar diamantes y oro en los dientes, ¿ya no es tan ‘lobo’?
Hubo un tiempo en que muchos pensaron que usar oro, diamantes o cosas brillantes en la dentadura era antiestético y vulgar. Sin embargo, la tendencia hoy en día los contradice.
Por: Soho.coUna hebra de cabello blanca no fue la única que adornó a Diomedes Díaz, también dientes con oro y diamantes. Era 1993 cuando el Cacique de la Junta sorprendió a sus fanáticos con esta excentricidad que le costó 6 millones de pesos, de aquel entonces. Todos quedaron sorprendidos y no daban crédito a lo que veían, para muchos estas aplicaciones eran un sinónimo de mal gusto y poca estética, o para ponerlo en términos más coloquiales, de una profunda lobería. Sin embargo, Diomedes podría estar adelantado 20 años con esta tendencia en Colombia y el mundo.
El vallenatero fue el primer famoso colombiano en traer esta moda que hoy en día es muy común entre artistas del mundo. Tener un diente con oro o diamante implica pensar en gastos, en ciertos cuidados y seguridad. Mario Ruíz es un conocido influenciador que después de pensárselo mucho decidió ponerse un diamante en uno de sus dientes. “Tenía miedo de que se viera feo o exagerado, pero la verdad me lo acabo de poner y me encantó, se ve lindo”, contó.
Además de verlo muy cool, Ruíz dice que el procedimiento para ponerse el diente no dura más de 10 minutos y que no tiene mayores implicaciones ni cuidados. “No duele porque en realidad yo tengo diseño de sonrisa y lo que hacen es incrustarlo en una de mis carillas”, agregó mientras hacía la demostración de su sonrisa y se veía el brillo.
Los costos de tener un diente de diamante
El proceso de inserción de un diamante puede llegar a costar entre los 200 y 800 dólares (de 700 mil a 3 millones de pesos) depende del tamaño de la joya e incluye la mano de obra. “No se puede colocar más de 4 puntos porque perforarían el diente natural” explica Jenny Villada, odontóloga estética con amplia trayectoria en este tipo de procedimientos.
Villada asegura que estas incrustaciones con joyas se han vuelto comunes en el medio artístico. Además, sugiere que los diamantes deben ser discretos y con un tamaño no tan grande porque puede ser perjudicial para la salud oral. De igual manera, señala que el procedimiento no es doloroso debido a que estas incrustaciones van sobre los diseños de sonrisa.
La especialista recomienda que este tipo de aplicaciones ya sean en oro o diamante deben ir sobre unas carillas y no recomienda perforar el diente natural porque puede ocasionar graves problemas orales. “Casi siempre los pacientes que quieren estas joyas son aquellos a los que les gusta la moda, son artistas o salen en televisión. Estos pacientes casi siempre tiene diseños de sonrisa”, lo que facilita las cosas.
Muchos se preguntan qué cuidados tiene un diente con diamantes y cuánto pueden durar en la boca; los especialistas señalan que después de que queden bien cementados pueden durar muchos años y no van a perder el brillo, pero si el diamante no queda bien incrustado se puede caer fácilmente. Si queda bien, los cuidados son mínimos, se puede comer lo que quiera y nada le va a pasar.
Pero no solo tener diseño de sonrisa es clave a la hora de implantar un diamante, recurrir a un especialista es importante, pues hay que dejarse guiar. Además, hay que tener en cuenta que no todas las dentaduras son aptas para recibir este tipo de tratamiento; si se tienen problemas de halitosis, enfermedades periodontales o si se requiere de ortodoncia, se debe reconsiderar usar este tipo de accesorios.
De igual manera, los dientes de oro tienen un valor de 500 dólares y con este material se puede diseñar estrellas, corazones y otras formas. En ese caso, también se recomienda que se haga sobre el diseño de sonrisa pues ocurre lo mismo que con los diamantes: se debe perforar la pieza dental.
Carillas, el primer paso para poder usar oro o diamantes
Diomedes Díaz fue el precursor de esta práctica otrora de mal gusto pero que se volvió una tendencia desde que Madona o Justin Bieber la aplicaron. En el caso del cantante colombiano, él se puso el implante justo en una prótesis que se le cayó con el tiempo, debido a un problema de bruxismo que tenía, según reveló a SoHo, el sobrino y odontólogo del desparecido artista, Daniel Zabaleta.
Vale la pena resaltar que las carillas son uno de los tratamientos más comunes que se realizan. Por estos días no solo los famosos tienen acceso a este tipo de procedimientos, ahora es muy normal ver a personas del común usando este diseño de sonrisa que le da profundidad y elegancia a quien lo porta.
En el mercado existen varios precios y tipos de carillas, sin embargo, es bueno tener en cuenta la idoneidad del odontólogo. No todos están capacitados para hacer diseños de sonrisa y es ahí cuando se ven casos en donde el paciente puede perder un diente, como en el recordado caso de la exprotagonista de novela, Manuela Gómez, que quedó mueca por culpa de esta práctica. Al parecer esto ocurrió porque el odontólogo que la asistió le puso unas carillas muy largas y por el peso la raíz de una de sus piezas originales se dañó.
“Los odontólogos que no están capacitados se han lanzado a hacer diseños de sonrisa y ahí todo sale mal. Debe tener técnicas, y haber hecho estudios sobre el tema”, agregó la especialista.
¿Las carillas son para todo el mundo?
Hay casos donde definitivamente el paciente se debe hacer un tratamiento de ortodoncia. “La idea es generar estética sin dañar el tejido dental, cuando un paciente tiene dientes torcidos no es la mejor idea. Primero se debe hacer la ortodoncia”, señala la odontóloga Villada. De igual manera, si usted es un paciente que presenta inflamaciones en las encías, tiene una higiene oral paupérrima o enfermedades periodontales, es mejor que desista de hacerlo.
El tamaño es importante, debe tener entre 11 o 12 milímetros de largo; los dientes muy largos pueden causar fractura al momento de masticar y este tipo de fracturas pueden ser verticales y esto significa la muerte total para el diente, porque hay que extraerlo.
Las carillas tienen un precio que oscila entre los 6500 dólares, en cerámica, y 3000 dólares, en resina. Ambos son muy buenos materiales, sin embargo, la cerámica tiene mayor vida y es más resistente, no necesita mantenimientos, no se pigmenta y es más brillante. Para mantener en buen estado las carillas, se recomienda no usar cremas blanqueadoras ni cremas carbonatadas con micropartículas porque se pierde el brillo.
No cabe la menor duda de que Colombia es uno de los destinos estéticos preferidos por varios extranjeros que no dudan en engallar sus dentaduras y ponerlas a brillar de manera literal.