3 de marzo de 2022
Sexualidad
¿Adicción a la pornografía? Mire los riesgos que implica
Millones de hombres en el mundo se estimulan sexualmente en privado con este que para muchos se ha convertido en un vicio. SoHo entrevistó a una experta que analizó esta práctica desde varios puntos de vista.
Por: Miguel ValenciaAunque algunos sectores de la sociedad colombiana se muestran, en ocasiones, mojigatos y expresan perplejidad por ciertos comportamientos o inclinaciones de las personas, lo cierto es que muchas de las personas que señalan y condenan a los demás, tienen, como todos, secretos indecibles, bajos instintos, pecados o vicios de los cuales nunca se atreverían a hablar. Este es el caso de la pornografía.
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Este vicio que millones de personas tienen y no pueden dejar fácilmente tiene varias complicaciones. Aunque millones de hombres y mujeres se estimulan en privado mientras ven fotos o videos de personas construidas para rozar el modelo de perfección —no sin sentir después algo de vergüenza— existe un enorme linchamiento social para los ciudadanos que abiertamente confiesan su gusto por los contenidos para adultos.
De cualquier manera, parece que cada vez más personas consumen estos contenidos, pues son accesibles y gratuitos. Con esto se busca obtener una dosis mínima de placer, sin tener que desplazarse.
A lo anterior hay que agregarle que la accesibilidad y el anonimato que proporciona la red termina por hacer a los adictos aún más proclives a consumir estos contenidos.
¿Qué tan peligrosa es la pornografía?
“Cuando hablamos de las películas para adultos desde la parte de la adicción, porque una persona puede usarla sin ningún tipo de consecuencias, hablamos de un uso, un abuso o la dependencia, que es la adicción como tal. Cuando una persona usa este tipo de entretenimiento de manera compulsiva, pierde el control y no reconoce que tiene un problema”, explicó en entrevista para SoHo Martha Suescún, directora de la Fundación Libérate, un centro especializado en prevención y tratamiento de adicciones en Bogotá.
“Cuando ya existe la adicción, la persona se va deteriorando física y emocionalmente porque, generalmente, hay consecuencias negativas por los manejos de los tiempos y porque la persona deja actividades importantes por ver los contenidos para adultos”, agregó.
El peligro sigue creciendo, de acuerdo a Suescún cuando “las personas pueden llegar a invertir dinero para esta actividad y dejar de frecuentar reuniones sociales a causa de la obsesión por ver estos videos”.
En este punto, para esta psicóloga especialista en prevención y tratamiento de conductas adictivas, las personas que sufren este problema deben preguntarse a ellas mismas: ¿cuál es la función de estos contenidos en mi vida? “Puede ser que la usen para liberar un estado de ansiedad, depresión o algún estado de ánimo que esté interfiriendo en su vida”, añadió.
Para la experta, los contenidos para adultos también pueden afectar a las personas cercanas al adicto y tener problemas con su pareja, además, en muchas ocasiones, es un indicio de que la persona está insatisfecha sexualmente.
Según la especialista, este vicio también podría generar que las personas disminuyan sus habilidades sociales e inclusive podrían empezar a ser menos productivas en el trabajo por estar pensando en su adicción.
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“Todas las adicciones tienen un estigma muy grande. Porque se juzga la incapacidad de las personas para controlar sus emociones e impulsos. El estigma y el señalamiento es muy grande. Eso genera algunos sentimientos de culpa y la persona se puede sentir de algún modo frustrada”, finalizó la experta.
Por otro lado, según otros especialistas, una de las principales dificultades que puede generar la obsesión con los contenidos para adultos es que, en el caso de los hombres, podrían empezar a presentar disfunción eréctil, es decir, la incapacidad para tener o mantener una erección.