31 de marzo de 2022
Mundo
Acusaciones de espionaje y sabotaje, ¿hay ‘rusofobia’ en Colombia?
Les preguntamos a los colombianos su percepción sobre los rusos y la xenofobia que denuncia la embajada de ese país en respuesta a la sospecha de que tienen espías aquí.
Por: Ricardo González DuqueLos rusos están molestos. La embajada de ese país en Bogotá respondió a la captura de uno de sus ciudadanos señalado de financiar las protestas en el país y aseguró que lo publicado por algunos medios de comunicación son “cosas inverosímiles” , “puros inventos y parodia de mal gusto de aventuras del Agente 007″, pero, además, habla de una fobia hacia ellos en Colombia por cuenta de un discurso que ha mantenido el Gobierno Nacional.
Los infiltrados o The Americans fue una exitosa serie que mostró la vida de dos soviéticos metidos en la boca del lobo para reportar los movimientos de la CIA, el FBI y el Gobierno de Washington en plena Guerra Fría; una pareja de esposos que simulaba llevar una vida de ciudadanos estadounidenses promedio, con una casa, un carro e hijos que iban a la iglesia; no obstante, estaban al servicio del Kremlin. Teniendo en cuenta esa ficción, que era una realidad habitual antes de la caída del Muro de Berlín, creen las autoridades colombianas que en el gobierno Duque se han expulsado a varios rusos por injerencias indebidas.
Particularmente, la publicación de RCN Televisión basada en información de inteligencia de autoridades de Colombia y Estados Unidos, da cuenta de que ciudadanos rusos usan el llamado ‘pitufeo’ para alquilar cuentas bancarias de personas de bajos recursos para que llegue dinero, que después va a ser usado para financiar actos de vandalismo e incluso influir en las elecciones presidenciales. Por otro lado, la captura de Sergei Vagin, a quien acusarán de concierto para delinquir, utilización ilícita de redes de telecomunicaciones y transferencia no consentida de activos; refuerza la teoría de que Moscú quiere influir más de la cuenta en Bogotá por un supuesto nexo suyo con funcionarios de la embajada.
Lo que dicen los colombianos de los rusos
De acuerdo con lo consultado por SoHo con la embajada de Rusia, en Colombia hay aproximadamente mil ciudadanos de ese país, que se dedican a múltiples actividades económicas, una cifra muy pequeña que demuestra que es muy probable que la gran mayoría de colombianos en su vida se ha cruzado con un ruso. Sobre el desarrollo de su teoría de una ‘rusofobia’ aquí, los diplomáticos prefieren mantenerse ligados a lo escrito en el comunicado en el que, además, rechazan “los intentos de perjudicar las relaciones entre Rusia y Colombia que se emprenden mediante lanzamiento irresponsable de afirmaciones carentes de pruebas”.
Colombia es uno de los países más xenófobos del mundo, por lo menos así lo concluye un estudio realizado por la firma Ipsos que nos pone como el tercero con actitudes más discriminatorias hacia los extranjeros por debajo de Malasia y Turquía. El barómetro de la xenofobia encontró que en el país aumentaron en un 700 % esos mensajes de rechazo, pero son principalmente contra los venezolanos y no hacia los rusos.
En la calle la percepción hacia los ciudadanos rusos es casi de indiferencia, aunque no faltan los mensajes de desconfianza. “A nosotros toda la vida nos han enseñado que ellos son gente mala. No les importa el ser humano, ni la vida, lo mismo les da si alguien vive o muere, sean viejos o niños”, cuenta Nancy García de 63 años mientras espera su bus. Ella responde que eso es lo que sus antepasados le enseñaron porque “las personas comunistas no van con uno, no respetan nada”, agrega. Ante la réplica de que el gobierno de Putin no es comunista, responde que “seguro sí sigue habiendo comunismo allá”.
Los rusos quieren dominar América.Interfirieron elecciones en USA, tienen bases en Venezuela, dominan Cuba y Argentina y ahora quieren a Colombia.
— Jose Quintero (@jqnicolas48) March 31, 2022
Con un pasado tan negro en su historia no creo que puedan, tienen pocos rusófilos por éstos lares. https://t.co/kzsiFeCFWM
“No me parece que haya ‘rusofobia’, muy subjetivamente hablando, no he visto al primer ruso, no me he topado con ellos”, explica Jesús Vargas que camina con una camiseta de Batman. “Simple y sencillamente son seres humanos y debemos coexistir en el mundo. Me da igual si eres ruso o eres colombiano, solo respeto y ya”, dice, pero advierte que las noticias sobre la injerencia de Rusia en el país generan conflictos: “ese tipo de mensajes sí pueden crear xenofobia y discursos de odio con los rusos porque comienzan a desinformar a la gente”.
A la noticia de espionaje en la que ha insistido el gobierno de Duque, junto a los señalamientos directos del ministro de Defensa de que Rusia colabora con el régimen venezolano, hay mucho escepticismo en Julián Herrera, quien responde al salir de un supermercado: “Eso es mentira, son especulaciones del gobierno para tapar tanta mentira que dicen y tanto torcido que tienen”. Y finaliza: “Le echan la culpa a otro país, primero a los ‘venecos’ —forma despectiva de llamar a los venezolanos— y ahora a los rusos. Quién sabe después a quiénes van a joder”.
Felicito a la inteligencia de Colombia por encontrar espias rusos y financiadores de protestas, pero donde hpts estan los 70MIL MILLONES, DONDE???
— DIEGO MARTINEZ (@DIEGUITOAL100) March 31, 2022
Quien sí cree en las noticias publicadas es doña Nancy: “seguro sí están haciendo espionaje aquí. Ha habido mucho comunismo y lo sigue habiendo”, insiste en la relación con esa ideología y también afirma sobre esa sospecha tan colombiana de que algo nos ocultan al decir que “aquí hay muchas cosas que se tapan, pero sí creo que vinieron a meterse en las protestas”.
Se ha vuelto chiste de pasillo afirmar que los rusos que realmente están invadiendo a Colombia son los trabajadores de la construcción, popularmente llamados así por dos teorías que expuso en “Los Puros Criollos”’ su entonces director Santiago Rivas. Para él, la génesis de la expresión tiene una connotación muy coloquial por la jerga que utilizan ellos al hablar de las herramientas como la araña, el muñeco, la cimbra o el bichiroque que llevó a algunos dijeran “me estás hablando en ruso”. La otra es una explicación más política, por la llamada dictadura del proletariado, la asociación de los obreros con ideas de izquierda y, por ahí mismo, de la Rusia bolchevique de hace un siglo.
A pesar de nuestra cercanía geográfica, económica y cultural con Estados Unidos, pareciera que la bipolaridad de hace 30 años ya no está tan presente en los colombianos como cree la embajada rusa para pensar que existe una repulsión hacia los suyos. “No creo que haya odio a los rusos aquí, los colombianos somos muy abiertos a todo el mundo, así cada uno tenga sus creencias. Yo personalmente no tengo fobia hacia ellos, ¿por qué lo iba a tener?”, opina Bertha Guzmán de 57 años mientras camina hacia su casa.
Igual responde don Álvaro Castañeda, con gorra y tapabocas: “no tengo nada malo por decir de los ciudadanos rusos en Colombia o de ellos en general. Lo que no comparto son las políticas del Kremlin” y se mete tal vez en el punto clave para diferencias gobiernos y ciudadanos.
La invasión de Putin a Ucrania le ha costado en reputación mundial a Rusia, que no necesariamente se traduce en odio hacia la gente de ese país. Es evidente que existe unanimidad en la solidaridad con los ucranianos y en despreciar la violencia desbordada vista en el último mes de parte del régimen ruso.
‘Rusofobia’ en el mundo
Como nos sucede a los colombianos con los narcotraficantes o a los alemanes con los nazis, los rusos están siendo víctimas de la imagen que de su país están exponiendo otros; en este caso, el Gobierno. No ha ocurrido en Colombia, pero en el mundo ya se empiezan a ver agresiones y mensajes de odio contra ellos como retaliación a la invasión de Putin.
En Barcelona ocurrieron dos agresiones contra la comunidad rusa en medio del rechazo e indignación que ha producido la guerra iniciada el 24 de febrero en Ucrania. Una niña de siete años llegó llorando a casa después de que en su escuela pública un grupo de niños le hubiera increpado: “los rusos sois muy malos, estáis matando a gente”, le contó al periódico La Vanguardia. Evgenia, su mamá, es rusa pero la pequeña nació en España y ante la situación no dudó en ir al colegio, ante lo cual logró las disculpas para su hija.
El otro hecho sucedió en la Casa Rusa de Barcelona, un centro de actividades culturales y en el que enseñan el idioma; allí, durante una madrugada, fue grafiteada la frase “Russia mata infants” (Rusia mata niños) lo que llevó a que los representantes del centro contaran que son varios los hechos ocurridos en escuelas del país.
La fundación privada Casa de Rusia de Barcelona, dedicada a la difusión de la cultura rusa, ha recibido pintadas en su local y ha denunciado que recibe llamadas con amenazas. La rusofobia es el nuevo virus en pandemia en Occidente por los medios y su guerra cultural pic.twitter.com/2MmHQtL2LZ
— Aníbal Garzón (@AnibalGarzon) March 23, 2022
En París también hubo vandalismo contra el centro cultural, según lo reseñó Euronews, que entrevistó a Ellena Mellanger, traductora y funcionaria del lugar: “No entiendo por qué hay tanto odio contra los rusos. Los rusos no han hecho nada a Occidente”.
A pesar de que está ocurriendo en Europa, en Colombia el cuento de la ‘rusofobia’ parece descartado. Esa respuesta de la embajada al escándalo de las capturas carece de sustento, porque a pesar de las diferencias ideológicas entre los gobiernos de Duque y Putin —sobre todo por el apoyo decidido del ruso al régimen venezolano— en las calles del país no se percibe un rechazo hacia estos ciudadanos, aunque puede que en algunos casos haya estereotipos o estigmatizaciones que mantienen unos pocos.
Lo que sí queda en el ambiente es la idea de la injerencia y espionaje de agentes rusos en el país, que para algunos medios afectos al Gobierno son prueba irrestricta de que están detrás de las movilizaciones que pusieron en jaque al presidente, pero para opositores y diplomáticos del Gobierno de Moscú no son más que fantasías sacadas del Agente 007.