Lina Tejeiro: ¡En su mejor momento!

Estamos seguros de que usted ha visto a Lina Tejeiro en televisión desde que era una niña, cuando empezó en la recordadísima serie Padres e hijos. Desde entonces, esta espectacular llanera se la ha pasado de papel en papel y hoy, después de superar algunos problemas de alimentación, se encuentra en su mejor momento: no solo actúa en una de las producciones con mayor rating, La ley del corazón, sino que está divina. Prueba de ello son sus más de un millón de seguidores en Instagram. (El Instagram de Lina Tejeiro)

Usted lleva casi toda la vida en televisión. ¿Qué tan difícil ha sido estar expuesta al público tanto tiempo?

Muy complicado, porque la gente se siente con el derecho de opinar, de meterse y de juzgarte. Y te lo hacen saber. Como decimos por ahí, son gajes del oficio, pero a veces es difícil aceptarlo, sobre todo cuando no estás pasando por un buen momento. (Lina Tejeiro se desnuda para SoHo junto a su mamá)

¿Alguna situación incómoda?

Muchas. En las redes sociales, sobre todo, recibo insultos to-dos los días, porque sí y porque no. A diario veo comentarios dañinos: me dicen estás muy fea hoy o hasta ojalá te mueras.

Hablando de las redes, tiene más de un millón de seguidores en Instagram y casi 300.000 en Twitter. ¿Cómo hace para manejar esa relación a veces compleja con los fanáticos?

Hay días en que uno está de mal genio, y la gente no en-tiende que somos seres huma-nos, como cualquiera. Igual, he aprendido que la gente se cansa cuando les doy poca importancia a esos comentarios.

¿Qué tipo de mensajes le envían?

De todo. Me mandan muchísimos mensajes directos: desde el tipo que me pide el WhatsApp porque quiere salir conmigo, hasta niñas, muchas niñas, que me piden consejos de belleza… hablo de unos 30 mensajes al día. (Las primeras fotos de Lina Tejeiro en SoHo)

¿Y usted los responde?

A veces trato, pero no me da el tiempo. Me cuesta mirarlos todos, son demasiados. Además, hablar con alguien por mensaje directo es abrir una puerta para que se metan en tu privacidad. Si son mensajes negativos, a veces caigo y respondo, pero ya lo hago menos.

¿Qué es lo más loco que le han escrito?

Me piden mucho que les regale mi ropa o que los patrocine para entrar a la televisión. La gente cree que es así de fácil.

¿Y qué opina de eso su novio, el cantante Andy Rivera?

Andy lo asimila, porque él también es famoso y los dos lidiamos con lo mismo. Tengo que lidiar con mujeres que le mandan fotos, mensajes privados…

¿Cómo manejan los celos, entonces?

Los manejamos, los manejamos… en realidad, yo soy más celosa y él es más tranquilo. Los hombres son un poquito más traviesos, pero él me da toda la seguridad.

La ley del corazón, la novela en la que actúa en este momento, ha tenido mucho éxito. ¿Qué tal la experiencia?

Buenísima, el personaje ha sido muy aceptado. A Catalina la aman porque es una mujer muy tierna y enamorada.

¿Qué ha representado el papel para usted?

Mucho. Me demostré que puedo hacer cosas grandes y que las merezco. Siento que es una puerta muy grande para todo lo que se viene.

¿Qué se viene?

Varias cosas. He presentado muchos castings y algunos me hacen ojitos. Hice uno para un papel protagónico, que es una de mis metas. Sentí mucha presión, me preparé varios días… vamos a ver.

¿Del episodio de anorexia del que habló hace un tiempo en estas páginas hasta hoy, cómo ha cambiado?

Uf, de esa época a hoy mi vida cambió en todo sentido. Suena a cliché, pero es cierto: es como si hubiera renacido de las cenizas. Aprendí a aceptarme, a valorarme y a quererme como soy. A sentirme cómoda con mi cuerpo. Eso es lo más importante. Llegar a entender que el amor propio es fundamental resulta muy difícil y por eso mismo algunas niñas no han podido salir de ese abismo.

¿Cómo llegó a entender eso?

A través de los golpes que le da a uno la vida. Con el tiempo me di cuenta de que por haber dejado de comer hoy cargo con una gastritis que no me deja en paz y cada tanto tiempo se me cae el pelo. Sufro ese tipo de deficiencias en la salud solo por el afán que tenía entonces de verme linda.

¿Se arrepiente de algo?

De pronto de haberme hecho una liposucción. Habría sido mejor si me hubiera quedado como estaba, seguro a punta de ejercicio lograba lo mismo. ¿Por qué lo sé? Porque después de la ‘lipo’ me volví a engordar igual.

¿Está en su mejor momento?

Sin duda. Estoy plena, estoy llena y feliz. Con los brazos abiertos y con ganas de devorarme el mundo. Y con ganas de seguir chuleando esas metas hasta llegar a Hollywood.

¿Hasta Hollywood?

¡Claro! Ese es mi sueño…